La agresión a golpes se produjo en el entorno de las 10 de la mañana, en el marco del ataque en que se encuentra R Multimedio por parte de Alejandro García Quintana, cuando una vez más intentó impedir que el director Néstor Molina Díaz y los gerentes ingresaran al edificio a desarrollar normalmente, como es su derecho, su trabajo.
El planteo de las diferencias y las razones de las partes son de recibo en una mesa de diálogo, pero García se ha negado sistemáticamente a conversar, optando por realizar falsas denuncias policiales, a perseguir trabajadores, a cooptar con falsas promesas voluntades instalando la vieja estrategia de “divide y triunfarás”.
Hoy finalmente, Alejandro García Quintana recurrió a la más baja de las acciones, al comportamiento del lumpen, de la patota. Ahí donde muere la razón nace el comportamiento irracional que pretende lograr con puñetazos lo que no consigue con su intelecto. Embaucado por su incapacidad decidió golpear en pleno rostro, a traición, a una persona añosa y con afecciones de salud, que ni siquiera estaba de pie, pasando el límite entre el hombre y la bestia.
Las denuncias del caso ya se encuentran en orbita de la justicia quien será finalmente la que tomará cartas en el asunto, tanto el agredido, el Sr. Néstor Molina, como el agresor Alejandro García Quintana, se encuentran declarando en sede policial quien seguramente dará parte a la fiscalía para que investigue a fondo los graves hechos ocurridos.
Como informamos días pasados en el Diario la R un primer acuerdo fue firmado el pasado 4 de agosto, el mismo vincula a García con FARA SA, empresa que posee el Edificio donde se desarrollan las actividades y que no involucra a RMultimedio, esto significa que no tiene ninguna potestad sobre el medio de comunicación, ni en su línea editorial, en lo comercial u operativa. La decisión de impedir el ingreso al edificio del director y los gerentes es, por lo menos, un exceso que claramente esta fuera de sus potestades y muestra la intención de desestabilizar la operativa con el fin de hacerse de la misma por la fuerza.
