Ayer se celebraron 90 años del nacimiento de una de las mayores poetisas: Marosa di Giorgio

Su obra conmovió a toda una generación y sigue plasmada hasta en una obra de teatro en Argentina.

Se recordaron ayer los 90 años del nacimiento de la gran poetisa uruguaya Marosa di Giorgio. En la pasada jornada se realizaron varios recordatorios de esta fecha. Una fue por parte de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, quién señalaba en su cuenta de Ywitter: «Recordamos a Marosa di Giorgio en el aniversario de su nacimiento. Escritora uruguaya que se aventuró a una prosa sumamente inusual y sin precedentes en la historia literaria de su país». La Biblioteca Nacional también recordó la fecha con un fragmento de su poesía: «Aprendí a volar sin alas, a usar antifaces, a pasar siempre el mismo camino. Avancé con los ojos cerrados, bien abiertos, corrí por no retroceder».

María Rosa di Giorgio Médici nació en Salto el 16 de junio de 1932. Descendiente de inmigrantes italianos y vascos que fundaron quintas en zonas rurales del Uruguay, sus padres fueron Giorgio y Clementina Médici. Marosa di Giorgio comenzó a publicar en los años cincuenta. En los dos tomos de Los papeles salvajes (1989 y 1991) recopiló sus poemas publicados hasta entonces. El extenso Diamelas a Clementina Médici (2000), estuvo inspirado en la muerte de su madre. Sus textos narrativos eróticos son: Misales (1993), Camino de las pedrerías (1997), y Reina Amelia (1999). Su obra, que recibió numerosos premios, ha sido traducida al inglés, francés, portugués e italiano.7

En su obra, un canto a la naturaleza y a sus mutaciones, la mitología es una constante. Es una de las voces poéticas más singulares de Latinoamérica. Su estilo experimental y el erotismo salvaje de sus textos, en los que arma un lenguaje propio explorando la naturaleza, los mitos en torno de ella, los cuerpos y el cambio, escandalizaron y sedujeron a sus contemporáneos por igual.

En sus recitales poéticos, muchos de ellos aún conservados en viejos cassetes, demostraba una capacidad interpretativa sui géneris, en la que se entremezclaban emociones como el miedo, la sorpresa, el desasosiego y el deseo, siempre con una voz trémula y delicada. En 1982 recibió el Premio Fraternidad, otorgado por la filial uruguaya de B’nai B’rith. Marosa falleció en Montevideo en el año 2004. 

Su obra es tan trascendente que en Argentina se realizó una puesta en escena sobre su poesía. Rosa brillando, es un trabajo audiovisual sobre la obra poética de Marosa Di Giorgio.

La actriz Vanesa Maja relataba en un reportaje en radio 750 AM, de la vecina orilla: «Te cuento cómo la conocí a Marosa. Tendría veinte años. Una amiga me dice, vamos a ver un recital de poesía. Yo seguía a Udarpilleta, Tortonese, era groupie. Y mi amiga me decía que ellos hablaban de esta poeta. Yo no tenía idea. Llegamos al auditorio de Losada. Era un recital de poesía de Marosa. De repente la veo a Marosa, con su pelo rojo, con un montón de claveles. Empieza a hablar con esa voz que tenía extraordinaria, particular y minuciosa. Empieza a decir todo lo que que ella decía. Empiezo a escuchar y empiezo a alucinar. Era algo desconocido para mí. Siempre me encantó la poesía. Desde adolescente era fanática de varias poetas. No la había conocido a Marosa. Fue una cosa divina la que sucedió. La vi esa única vez en escena y fue como un fulgor. Ella era subyugante, atrapante, era todo muy raro. Las cosas que decía eran hermosas y rarísimas. Todo raro y nuevo: estaba descubriendo el mundo a través de la palabra, de las imágenes. Recuerdo que me impactaba cuánta naturaleza, cuántos animales, cuánto erotismo. Ahí la conocí a Marosa, y la empecé a leer y la seguí leyendo».

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