Banco en Líbano cierran por tres días debido a la violencia de los clientes

Los bancos de Líbano cerrarán sus puertas entre el 19 y el 21 de septiembre para protestar por los recientes incidentes violentos en diversas sucursales del país, donde varias personas han irrumpido armadas o por la fuerza para lograr retirar parte de sus ahorros, ante el creciente malestar por la crisis y las limitaciones a la retirada de fondos de las cuentas bancarias.

La Asociación de Bancos de Líbano ha dicho en un comunicado que «tras los repetidos ataques contra bancos y las agresiones físicas contra empleados bancarios (…) y teniendo en consideración los riesgos, la junta de directores ha decidido cerrar los bancos entre el 19 y el 21 de septiembre», antes de pedir perdón a los clientes por los inconvenientes que pueda causar esta decisión. «La seguridad de los empleados y los clientes es la principal prioridad de los bancos, así como los intereses de los depositantes, que se intentan garantizar dentro de lo posible en medio de las difíciles circunstancias que atraviesa el país», ha apuntado. Así, ha rechazado «la violencia en todas sus formas» y ha argüido que «la violencia no es y no será la solución».

Este tipo de sucesos, que se suceden desde hace varios días, forman parte de unas acciones que «coordinadas» por asociaciones de defensa de los derechos de los clientes, según ha explicado el abogado y activista Rami Ollaik en declaraciones al diario libanés ‘L’Orient le Jour’. En respuesta, la Asociación de Bancos de Líbano ha anunciado que las entidades adoptarán «medidas de seguridad preventivas».

Los bancos libaneses han impuesto desde 2019 duras restricciones a la retirada de divisas extranjeras ante la grave crisis económica en el país, lo que ha provocado en la práctica un impedimento para que muchas personas puedan retirar sus ahorros, en un momento en el que cerca de tres cuartas partes de la población han caído por debajo del límite de la pobreza.

El país se encuentra sumido en una grave crisis desde hace años, situación ahondada por las explosiones de agosto de 2020 en el puerto de la capital, Beirut, la pandemia de coronavirus y la situación a nivel político, con unas tensiones que han tenido paralizado el Gobierno durante meses. Además, la libra libanesa se ha desplomado durante los últimos meses, lo que llevó al Banco Mundial a afirmar en junio de 2021 que la crisis es una de las peores registradas a nivel mundial desde mediados del siglo XIX.

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