Bolsonaro trae el corazón de Don Pedro I

El corazón conservado en formol de Don Pedro I, el monarca portugués que declaró la independencia de Brasil el 7 de septiembre de 1822, llegará por primera vez al vecino páis desde Oporto, como parte de los festejos del bicentenario planificados por el presidente Jair Bolsonaro, cuyo Gobierno tiene en su interior grupos monarquistas y reivindicadores del Imperio nacional que duró hasta 1889.

De cara a buscar su reelección en los comicios del 2 de octubre, el mandatario de ultraderecha recibirá el martes en un acto oficial el corazón en formol del primer jefe de Estado del Brasil independiente, que será llevado al Palacio de Itamaraty, sede de la cancillería. La idea de traer el corazón, que se conserva desde 1835 dentro de un frasco de vidrio y en un cofre bajo cinco llaves en la Iglesia de la Virgen de Lapa, en la ciudad portuguesa de Oporto, fue de una de las fanáticas bolsonaristas que aún reconoce a la Familia Real.

Se trata de la médica oncóloga Nise Yamaguchi, quien se hizo famosa en la pandemia por recomendarle a Bolsonaro, como una asesora informal, el uso de hidroxicloroquina como una suerte de prevención contra la Covid-19, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) rechazó su uso. «Fue una propuesta aprobada por Bolsonaro y con ayuda de la Familia Real», dijo Yamaguchi, conocida por haber sido expulsada del hospital privado donde trabajaba luego de haber hecho una analogía entre el nazismo y el tratamiento contra el coronavirus.

En un comunicado, la cancillería brasileña informó que el corazón llegará hoy en un vuelo de la Fuera Aérea Brasileña desde Oporto y que será exhibido en el Palacio de Itamaraty hasta el 8 de septiembre.

La llegada del corazón de Don Pedro I busca avivar el patriotismo, sobre todo porque el movimiento monarquista es aliado del bolsonarismo: uno de los descendientes de la familia real es el diputado Luiz Philippe de Orléans e Braganca, que aún es llamado príncipe o heredero del trono, pese a que Brasil proclamó el sistema republicano desde el golpe militar del 15 de noviembre de 1889 contra la corte real y el emperador Pedro II. 

Brasil se volvió la capital del Imperio Portugués en 1808, cuando la corte del entonces monarca Joao VI y mudó el centro real de Lisboa a Río de Janeiro al escapar de las tropas napoleónicas que invadieron la península ibérica.

El corazón nunca salió de Oporto y no está exhibido públicamente.

El Gobierno de Portugal se comprometió a fabricar una caja especial para el transporte del órgano y la vidriera en la cual será expuesto en el Palacio de Itamaraty, en Brasilia.

El Concejo Deliberante de Oporto debió autorizar el viaje del corazón del líder de la independencia brasileña en medio de acusaciones de la izquierda de que esta cesión beneficiaría a Bolsonaro en las elecciones del 2 de octubre.

Fue el propio Don Pedro I que pidió que el corazón permaneciera en Oporto, donde trabó la guerra civil contra su hermano una vez que dejó a Brasil independiente y bajo el Gobierno de su hijo Don Pedro II, que asumió con cinco años de edad y comandó el Imperio de Brasil hasta 1889.

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