Bolsonaro y otros candidatos buscan que halla balotaje en un debate sin Lula

El presidente de Brasil está a 14 puntos de diferencia de Da Silva, que puede vencer el domingo en primera vuelta.

Sin la presencia del favorito a vencer en las elecciones del 2 de octubre, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, el segundo debate televisivo entre los candidatos brasileños organizado por el canal bolsonarista SBT giró en torno a críticas al gobierno del presidente Jair Bolsonaro, que intentó hablar para los más pobres para evitar, como dicen las encuesta, que el líder del Partido de los Trabajadores sea electo en primera vuelta, según informó la agencia argentina de noticias Télam.

El debate contó con la presencia de Bolsonaro, y de los candidatos con menos de 10% de los votos como Ciro Gomes, las senadoras conservadoras Simone Tebet y Soraya Thornicke, el multimillonario ultraliberal Felipe Dávila y un personaje desconocido para el gran público como un autodenominado sacerdote ortodoxo defensor de Bolsonaro llamado Padre Kelmon, del controvertido ultraderechista Partido Trabalhista Brasileño (PTB).

«El expresidiario no se animó a venir, no puede estar en la calle ni el el debate», fustigó Bolsonaro, que según Datafolha está a 14 puntos de diferencia de Lula, que puede vencer el domingo en primera vuelta.

El líder del PT, por su parte, había avisado que no iba a ir al debate debido a que ya había estado en el canal SBT hace dos días y que sí confirmó su presencia para el jueves por la noche en el de la TV Globo.

Al mismo tiempo que el debate se realizaba en los estudios de Osasco, en el Gran San Pablo, del canal bolsonarista SBT, Lula estaba en el barrio de Itaquera, en el extremo este de la ciudad, en un acto con la militancia, vestido con ropa deportiva de su equipo, Corinthians.

El debate de SBT y la revista Veja tuvo la mitad de audiencia que el primero de hace dos semanas, en el canal Bandeirantes. 

«Cobarde» fue la calificación hacia Lula que le dieron Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT), y SImone Tebet, del Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB).

Todos los candidatos menos el extravagante Padre Kelmon fustigaron al presidente Bolsonaro por los escándalos de corrupción.

Kelmon reemplaza como candidato al condenado y preso por promocionar el asesinato de un juez de la corte Roberto Jefferson, el presidente del PTB, partido que fue invitado por tener representación parlamentaria. «La izquierda destruye familias y el aborto es un asesinato», disparaba Kelmon para ayudar a Bolsonaro en el debate, en una de las situaciones más escandalosas de los debates de la democracia brasileña.

Gomes, con 7% en los sondeos, y Tebet, con 4%, apelaron al elector para evitar que Lula gane en primera vuelta y fustigaron la figura de «voto útil» que el PT está llevando adelante.

El laborista Gomes acusó de «corruptos» a Lula y Bolsonaro y dijo que el actual presidente «perdió la oportunidad dorada» tras vencer en 2018. Bolsonaro y Kelmon se juntaron en el debate para vincular a Lula con el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, al que acusaron de ser protegido del Partido de los Trabajadores

«Bolsonaro y su incompetencia permitió el regreso de Lula», dijo Gomes, cuya campaña está más centrada en Lula que en el ultraderechista.

El ultraliberal Dávila, del Partido Novo, dijo que Lula «es un barrabás liberado por el Supremo Tribunal Federal» para disputar esta elección. Bolsonaro se mostró más tranquilo que en el primer debate, reforzó su discurso antiizquierda y a favor de las armas y se desentendió del presupuesto secreto que el oficialismo domina en el Congreso para distribuir partidas en forma discrecional entre los legisladores de la derecha y del bloque conservador llamado Centrao. Enfocó su discurso en las mujeres pobres y en la defensa de los subsidios que da el gobierno a 21 millones de familias, que es el electorado que prefiere a Lula, según las encuestas. «Somos un ejemplo para el mundo, tenemos la gasolina más barata del mundo con la rebaja de precios que llevamos adelante», destacó el presidente del Partido Liberal.

La senadora Thornicke, por su parte, de Unión Brasil, una exbolsonarista, acusó a Bolsonaro de haber desviado dinero para comprar Viagra a las Fuerzas Armadas y aparatos contra la disfunción eréctil.

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