Colombia y Perú son los nuevos líderes de la falsificación de dólares

Al igual que el tráfico de cocaína, organizaciones criminales de Colombia y Perú que se dedican a la fabricación de dólares falsos están reclutando a personas para que los traigan a Estados Unidos. La tecnología permite que esas réplicas sean tan parecidas a los billetes reales que ahora son ineficaces las medidas de detección en negocios minoristas, advierte el Servicio Secreto.

“En los últimos años, la mayoría de los dólares falsificados que llegaron a Estados Unidos se originaron en Colombia y Perú”, informó el Servicio Secreto respondiendo a una serie de preguntas enviadas por el canal norteamericano Univision Noticias sobre esa actividad delictiva.

Con esto, los billetes copiados en Sudamérica han superado en volumen a los producidos en Asia, de acuerdo con dicha agencia, que fue creada en 1865 para erradicar esa problemática. En aquella época, una tercera parte de los billetes que circulaban en el país eran apócrifos.

Actualmente, el Servicio Secreto tiene la encomienda de proteger al presidente, su familia cercana, exmandatarios y a líderes mundiales en visitas oficiales. Pero su misión inicial, atrapar falsificadores, sigue siendo un reto: cada año decomisan un promedio de 100 millones de dólares de imitación.

“Como lo hacen los traficantes de drogas, estas organizaciones fabrican moneda estadounidense falsificada y reclutan ‘mulas’ para traficarla a Estados Unidos. Una vez en este país, los billetes falsos se venden y pasan a personas y empresas desprevenidas en todo el país”, indicó el Servicio Secreto.

“Los avances en las tecnologías de impresión e imágenes digitales han permitido a más personas la capacidad de fabricar billetes falsificados que pueden pasar el nivel inicial de detección, generalmente en tiendas minoristas, con relativa facilidad”, agregó la agencia policial.

La falsificación dentro de EEUU sigue siendo un dolor de cabeza, pero no ocurre a la misma escala que en el extranjero. El Servicio Secreto asegura que en las últimas dos décadas la gran mayoría de dólares apócrifos fue fabricado en otros países. El billete más copiado es el de $100.

A veces, los delincuentes operan de la manera menos esperada. Por ejemplo, en una tienda Home Depot de Arizona aparecían constantemente billetes falsos de $100 durante cuatro años.

La cadena minorista sospechó de un empleado de la bóveda que se encargaba de contar el dinero de las cajas registradoras, colocarlo en bolsas selladas y depositarlo en una sucursal de Wells Fargo. El Servicio Secreto tomó el caso y descubrió que Adrián Jean Pineda había robado 387,500 dólares de enero de 2018 a enero de 2022. Sacaba billetes reales y colocaba otros de imitación que compró en Amazon. Se trataba de billetes que se usan para bromas en fiestas y producciones de televisión.

El día que lo arrestaron, Pineda metió 50 billetes sin valor entre las ganancias de la tienda y robó $5,300. En su casa había $20,000 auténticos. Su proceso penal sigue en una corte de Arizona. Otra agencia de EEUU que enfrenta este delito es la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). De acuerdo con estadísticas enviadas a esta redacción, los funcionarios de aduana están detectando cada vez más billetes falsos en aeropuertos y centros de recepción de paquetería.

En el año fiscal 2020 incautaron 1.6 millones de billetes falsos en 810 incidentes. En 2021 esa cifra subió a 1.9 millones de billetes en 469 detecciones. Mientras que en el ciclo fiscal en curso (del 1 de octubre de 2021 al pasado 10 de agosto) han confiscado 6.4 millones de billetes copiados en 418 envíos. Es decir, los criminales están traficando más volumen en menos intentos.

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