A fines de julio, más precisamente el pasado martes 26 de julio, la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CCSU) convocó a una reunión a miembros de la Intendencia de Montevideo (IM) y la Dirección General de Aduanas para hablar acerca del problema que representa el informalismo y el contrabando, además de sus principales causas y el impacto que genera en los distintos rubros del sector comercial.
De dicho encuentro participaron el director Nacional de Aduanas, Jaime Borgiani, el prosecretario de la IM, Daniel González, y el gerente del Servicio de Convivencia Departamental de la comuna, Facundo Pérez. También estuvo presente el presidente de la CCSU, Julio César Lestido, que asumió su nueva presidencia hace pocos días atrás, y la asesora económica de la institución, Ana Laura Fernández.
Con respecto a los rubros afectados por el informalismo y el contrabando, estaban presentes autoridades gremiales de: alimentos y bebidas, juguetes, ópticas, vestimenta y calzado, neumáticos, productos veterinarios, como también los de las avenidas comerciales y los que se dedican a combatir la piratería y la falsificación de marcas, según consigna la página empresasdeluruguay.com.
Según dicen, el objetivo de dicha reunión fue poder tener una continuidad en el trabajo conjunto entre el sector público y privado para tener estrategias comunes para hacerle frente al informalismo. La CCSU tiene dentro de sus desafíos uno principal que es defender y apoyar a que las actividades que se hagan sean formales, con competencia leal y siempre bajo la protección de la propiedad intelectual. Por lo tanto, está en contra del contrabando, la venta de cualquier producto de forma informal, evadir impuesto y todas las demás prácticas de comercialización ilegales.
Los privados tuvieron su momento para exponer sus principales preocupaciones en la reunión. Entre ellas estuvo la competencia desleal que tiene las empresas formales y establecidas, que mes a mes pagan todas sus cuentas, frente a las que no lo hacen y la venta de mercadería que entra de contrabando al país.
Dicha mercadería no paga los impuestos correspondientes como es sabido, sino que además las personas que la ingresan evaden controles e intervenciones que hoy en día se exigen a través de organismos públicos como pueden ser las Intendencias departamentales, el Ministerio de Salud Pública (MSP), el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (URSEA), entre tantos otros.
Con respecto a los representantes empresariales, mencionaron que se debe reforzar las acciones que se hacen para controlar e inspeccionar en las épocas de zafra comercial. Este mes representa una de esas porque se celebra el Día del Niño, el próximo domingo 14 de agosto.
Otro de los puntos que se habló, fue del informalismo que no se da tanto en el comercio, sino en el sector de la salud y bienestar de la población. Ahí se mencionaron los ejemplos concretos de los alimentos, juguetes y medicamentos que se venden sin los controles que deberían tener.
Desde la CCSU dijeron que la ilegalidad no se produce solamente cuando la mercadería entra al país, sino que se da también cuando se comercializa en el mercado local. Se puede ver si se camina por las principales calles de Montevideo que hay puestos de venta ambulante no autorizados en frente de locales formales.
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Por otro lado, según la CCSU el informalismo es una problemática multicausal y consideran que es “imperioso trabajar de forma coordinada” entre los sectores acerca de los elementos que permiten desarrollar las actividades.
