Día Internacional de la Paz opacado por invasión rusa en Ucrania

En 1981 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 21 de setiembre como el Día Internacional de la Paz. Hoy, al cumplirse un nuevo aniversario de esta fecha, y con la septuagésima séptima sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas en curso en Nueva York, resulta difícil hablar de paz cuando Rusia continúa ocupando y cometiendo atrocidades en territorio ucraniano. Hoy deberíamos celebrar la Paz, pero no podemos. 

Desde esta misma página en abril de este año, junto a otras 12 misiones diplomáticas presentes en Uruguay, Estados Unidos condenó la invasión rusa en Ucrania. Casi como una premonición, la misiva anticipaba que «las consecuencias afectarán no solo a Rusia, a Ucrania y a sus vecinos, sino a todos los pueblos del planeta». 

Seis meses después, y a pesar de los intentos de la maquinaria de propaganda rusa de esconder la verdad o torcer el relato a su favor, es abrumadora la cantidad de noticias y de informes de organizaciones no gubernamentales acerca del uso indiscriminado de la fuerza, la violencia y los abusos a la integridad y a los derechos humanos en territorio ucraniano. 

Recientes reportes describen operaciones de “filtración”, deportaciones forzosas e incluso desapariciones de ciudadanos en zonas controladas por fuerzas rusas. Según el Laboratorio de Investigación Humanitaria de la Universidad de Yale, el gobierno ruso podría estar practicando “la tortura y los trabajos forzados en las zonas de filtración del este de Ucrania”.

Los Estados Unidos han condenado enérgicamente estas operaciones de “filtración”, que se estima han afectado a entre 900.000 y 1.600.000 de ciudadanos ucranianos, incluidos niños. Según se informa, cientos de miles de ciudadanos ucranianos que se resisten a la invasión son llevados a “campos de filtración” donde fuerzas rusas los han interrogado, detenido y deportado a Rusia contra su voluntad. Incluso niños sin compañía de adultos han sido enviados a zonas remotas del inmenso territorio ruso.

La representante permanente de los Estados Unidos ante Naciones Unidas, Embajadora Linda Thomas-Greenfield, dijo recientemente que las Naciones Unidas enfrentan una crisis de confianza, ya que «al tiempo que el mundo enfrenta amenazas del cambio climático, los coletazos de una pandemia, una crisis global de alimentos, uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad invadió a un país vecino y eligió directamente la guerra en lugar de una salida pacífica negociada.” 

Por este motivo, uno de los objetivos que Thomas-Greenfield transmitirá durante la Asamblea General de la ONU, es el de fortalecer la Carta de las Naciones Unidas que la inmensa mayoría de países respetan y honran. 

“Lograremos que Rusia se haga responsable de las atrocidades cometidas, de sus campañas de ´filtración´, de sus deportaciones forzadas y de sus crímenes de guerra”, indicó Thomas-Greenfield en un reciente comunicado. 

Desde el inicio de la invasión, cada vez que fuerzas rusas abandonaron una región ocupada, lo que dejaron detrás es un rastro de terror, dolor y una orquestada campaña de desinformación para cubrirlo. 

La aparición de imágenes satelitales de lo que parecen ser más de 440 fosas comunes en la localidad de Izyum, eleva a un nivel superior la preocupación de los Estados Unidos y de los países aliados, con respecto al horror del accionar ruso en zonas ocupadas. 

Estados Unidos se ha comprometido a dar apoyo a las investigaciones que tienen como objetivo reunir evidencia y documentar estas atrocidades para que los culpables materiales e intelectuales enfrenten a la justicia de Ucrania, o a la justicia internacional. 

Uruguay ha expresado a través de diversos pronunciamientos su clara condena a la violación de la soberanía, la integridad territorial y la independencia de Ucrania por parte de fuerzas militares de la Federación Rusa, considerándola una violación del derecho internacional y de los principios de la Carta de las Naciones Unidas. 

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay publicó dos comunicados de prensa el 23 y el 24 de febrero expresando la posición del Uruguay y el Sr. Presidente de la República, Dr. Luis Lacalle Pou, ha expresado públicamente su firme posición al respecto. 

Estados Unidos ha aplaudido públicamente la postura de Uruguay de condenar la invasión rusa localmente y en foros internacionales, elevando su voz más allá de la región y abogando por una salida pacífica al conflicto. “La posición de Uruguay en el tema de Ucrania ha sido ejemplar”, dijo recientemente el Subjefe de Misión de la embajada, Eric Geelan, en una entrevista a una radio uruguaya.

Hoy, 21 de setiembre Día Internacional de la Paz, reafirmamos nuestra convicción de que la diplomacia responsable es la única forma de resolver esta crisis y llamamos al mundo entero a no desviar la atención de lo que está pasando en Ucrania. Como dijo el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken: “Tenemos un claro camino hacia adelante: ayudar a Ucrania a que se defienda, apoyar al pueblo ucraniano y que Rusia se haga responsable de su accionar”. 

Un accionar que no hace más que erosionar y violar los principios básicos internacionales de paz, construidos y defendidos durante décadas por países como Uruguay, Estados Unidos y cientos de países aliados. Una paz que hoy deberíamos estar celebrando, pero no podemos.

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