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El 35% de la personas ocupadas ganan por debajo de los $25.000 líquidos

Según el informe presentado por el Instituto Cuesta Duarte, la caída del salario real desde el 2020 ha provocado un incremento de remuneraciones sumergidas. El total de ocupados “veinticincomilpesistas” es de 541.000 personas, no solo es muy elevada, sino que viene empeorando.

El informe del Instituto Cuesta Duarte analiza la evolución salarial en el marco de la situación actual, una economía en crecimiento y un salario real en caída. Si bien el estudio se basa en la evolución del salario deja claro que la afectación de esta caída afecta a los pensionistas y jubilados y contribuye a la explicación del deterioro del bienestar social, que se alinea con el aumento del guarismo de la pobreza en el país.

“Al momento de analizar y discutir la política salarial, resulta fundamental conocer cuánto ganan los trabajadores en nuestro país, cómo se distribuyen esos salarios según diferentes características de las personas y los empleos, y qué proporción del total se considera que percibe remuneraciones sumergidas”, señala el trabajo.

La determinación de cuando un salario entra en el rango de “sumergido” el instituto señala que se trata de una “noción” representada en una cifra de ingreso que claramente resulta “baja o insuficiente en relación al costo de vida”. Para el informe se consideró ingreso laboral sumergido al inferior a $25.000 mensuales por 40horas semanales, analizando el primer semestre del 2022 según los datos de la Encuesta Continua de Hogares (ECH).

Es estudio desagrega entre el conjunto de ocupados, cooperativistas, cuentapropistas, trabajadores independientes y asalariados. 

En el primer semestre de 2022, 541.000 ocupados percibieron remuneraciones por debajo de los $ 25.000 líquidos al mes representando un 35% del total de ocupados. Entre los asalariados, la cantidad de trabajadores con salarios menores a $25.000 líquidos al mes asciende a unos 320.000, lo que representa un 29% del total. 

El mercado laboral uruguayo continúa con problemas en relación a la calidad del empleo, a lo que suma a los ocupados en condiciones de informalidad.

La comparación muestra que mientras en el primer semestre de 2020 la proporción de ocupados y asalariados era de 34% y 28% respectivamente, en el primer semestre de 2022 los porcentajes crecen y se ubican en 35% y 29%. 

El informe deja claro también la desigualdad de género ya que las mujeres son las más afectadas por salarios sumergidos con un 37% con respecto a un 33% de los hombres.

Otro de los grupos afectados que deja al descubierto, es el de los jóvenes, “entre los menores de 25 años, la proporción de trabajadores que perciben remuneraciones inferiores a $ 25.000 líquidos al mes es de 58% y entre ellos, un 13% del total no llega a los $15.000. 

“El análisis muestra que los jóvenes no solo enfrentan niveles de desempleo mucho más alto y tasas de no registro a la seguridad social significativamente mayores, sino que son quienes perciben las remuneraciones más bajas”, el estudio afirma que esto puede ser un resultado en principio esperable por su posible menor formación y capacitación, pero en una magnitud exageradamente alta.

“Los trabajadores del interior del país son otro de los colectivos que presenta peores niveles salariales. La cantidad de asalariados de esta región que ganan por debajo de los $25.000 líquidos al mes asciende a 212.000 personas, lo que representa un 35% del total.Entre ellos, unos 48.000 ni siquiera llegan a $15.000 mensuales.”

Las mayores desigualdades se dan en el ámbito laboral privado con un 36% de salarios sumergidos, en cambio el público llaga al 5%.

La informalidad es uno de los indicadores en relación a la calidad de los empleos, 2 de cada 3 asalariados informales gana por debajo de $ 25.000 líquidos al mes, mientras que entre los trabajadores registrados a la seguridad social la proporción baja a 1 cada 4.

Por otra parte se señala que si bien son fenómenos diferentes y miden distinto, los salarios sumergidos y la pobreza están relacionados.”Entre los asalariados pobres, un 70% percibe remuneraciones por debajo de los $ 25.000 líquidos al mes y un 25% ni siquiera llega a los $ 15.000. Esta situación contrasta con la de los asalariados que no son pobres, para quienes los porcentajes se ubican en 27% y 5% respectivamente.”

Se encontraron por parte del trabajo cuatro sectores del mundo del trabajo donde se encuentran concentrados los salarios sumergidos “restoranes y hoteles (55%), servicio doméstico (51%), comercio (50%) y aquellos que se desempeñan en el sector rural (48%)”, en una población de 271.000 personas.

El informe completo puede leerse en https://www.cuestaduarte.org.uy/ 

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