El atacante se negó a declarar

Fernando Sabag Montiel, fue detenido luego de que la pistola fallara pese a que —según los primeros datos— era apta para el disparo y tenía cinco proyectiles. Lo que habría ocurrido es que el tirador, al que se notaba tembloroso, tiró mal hacia atrás la corredera, la bala no entró en la recámara y eso salvó la vida de la vicepresidenta argentina.

Ayer se negó a declarar ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, quienes lo indagaron en la sede la Policía Federal. Es hasta ahora el único imputado en el expediente caratulado «homicidio calificado en grado de tentativa», aunque los investigadores no descartan ninguna hipótesis.

El diario Página 12 señala que Sabag Montiel tiene la residencia en Argentina desde 1993, su madre es argentina y su padre brasileño, y un canal de cable (CrónicaTv) exhibió imágenes del sujeto alentando un durísimo discurso contra los planes sociales. Además, en su brazo tiene un tatuaje que, a primera vista, podría ser neonazi. «Esto y sus antecedentes de violencia de género y contra mascotas— hacen pensar en un sujeto que intentó matar por el discurso de odio contra Cristina Kirchner. Del otro lado, se barajan todo tipo de hipótesis, incluida la sospecha de que alguien le pagó, una de las líneas de investigación apunta a una de las organizaciones de narcos brasileños, que suelen proveer de sicarios en su país y también en Paraguay» señala la publicación. 

En 2021 Sabag Montiel fue detenido por tenencia de arma impropia (un cuchillo de gran tamaño); tiene denuncias por violencia de género, tres acusaciones por maltrato animal y registra dos o tres domicilios que parecen falsos. 

En sus redes sociales se presenta como “Fernando Salim Montiel”. Allí se pueden ver sus intereses y las páginas que sigue, muchas de ellas ligadas a grupos radicalizados o de odio. Sin embargo, sus perfiles fueron dadas de baja durante la madrugada. 

Por otra parte, Mario, un amigo Sabag Montiel, habló con un canal tv de Argentina. ese contexto, reveló que el hombre le contó hace 10 meses que tenía pensado comprar un arma y lanzó una repudiable frase en contra de la exmandataria, al afirmar que el detenido “lamentablemente no ensayó” cómo disparar antes del fallido intento de asesinato .

“La última vez que lo vi fue hace 10 meses, cuando estaba yendo a la villa a comprar un arma, pero no puedo decir si es la misma que usó anoche” dijo. Con relación a su personalidad, afirmó que el atacante “tenía tendencia al alcoholismo”. “Siempre estaba bajo la influencia y como hijo de psiquiatra no tengo ninguna duda de que era un psiquiátrico”, aseveró. “Hay un montón de cosas que me terminan cerrando ahora. Siempre fue un paria y un marginado de los grupos, entonces era de esperar. No sé si en este nivel, pero era de esperar. Cuanta más represión, más revolución. Ya no tenía nada que perder”, afirmó y concluyó: “De tanto abuso que ha sufrido, él explotó”.

A priori, la hipótesis que los investigadores consideran más probable es que se trata de un individuo influido por los discursos políticos de odio.

Página 12 señala también que «no se puede descartar la hipótesis de que podría tratarse de un integrante de una banda narco brasileña, que en 2018 lo habría sacado de aquel país porque lo buscaba la policía». El estilo de los sicarios brasileños es el que se vio en La Recoleta: disparan a la cabeza. Se preparan para estar muchos años presos, extorsionados o pagados por la organización. 

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