El cambio ambiental puede generar una «nueva era de la especie humana»

Científicos argentinos opinan sobre la incidencia de fenómenos como la deforestación en la aparición de nuevas enfermedades.

El cambio ambiental global tiene una relación directa con la expansión acelerada de enfermedades de origen animal que pueden marcar una «nueva era de la especie humana», aseguraron especialistas de referencia internacional, quienes sin embargo destacaron que aún se está a tiempo de repensar «el modelo dominante de explotación de la naturaleza».

«Hay un cambio en la relación entre el ser humano y el medio ambiente que se va acelerando muy rápidamente y no tiene un horizonte previsible», explicó a la estatal agencia argenina Télam, Ricardo Gürtler, director del Laboratorio de Eco-Epidemiología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente.

El investigador superior del Conicet y doctor en Ciencias Biológicas señaló que lo que ocurrió con la Covid-19 «forma parte de lo que algunos llaman una nueva era de la especie humana donde empiezan a dominar enfermedades emergentes». «Hay un cambio en la relación entre el ser humano y el medio ambiente que se va acelerando muy rápidamente y no tiene un horizonte previsible»

«En esta etapa del planeta, el ser humano ya no les tiene miedo a las bestias como en el pasado, sino que ahora el problema son estos patógenos microbianos, pequeños organismos que circulan en forma imprevista y pueden generar millones de muertes», dijo quien es un referente internacional en el estudio del control de enfermedades transmitidas por insectos vectores, como el Chagas.

Sobre este punto, Sandra Díaz, investigadora superior del Conicet en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (Imbiv), aseguró a Télam que «siempre hubo enfermedades zoonóticas, esto es una consecuencia directa de nuestra profunda conexión evolutiva y ecológica con el resto de los seres vivos. Pero que estas enfermedades se globalicen es claramente consecuencia del modelo dominante de explotación de la naturaleza».

«En los últimos 50 años hemos avanzado sobre ecosistemas en donde nunca antes hubo contacto estrecho y frecuente entre personas y animales silvestres. Ese avance se produce al deforestar y establecer poblaciones humanas, generalmente en condiciones precarias, en las fronteras forestales, agrícolas y mineras», dijo Díaz, quien en 2019 fue elegida como una de las diez personalidades de la ciencia por la revista británica Nature. Y precisó: «Bajo estas condiciones, es muy fácil que los virus muten e invadan nuevas especies, salten a otros animales y a las personas. Y una vez que pueden infectar personas, al resto lo hacen la globalización del tránsito de mercancías y gente, la persistencia de focos de pobreza, el hacinamiento y la vulnerabilidad en muchas regiones».

«Una ola perfecta»

La pandemia de coronavirus vinculada a los murciélagos del sudeste asiático y la viruela del mono que ya registra más de 600 casos en países no endémicos son dos ejemplos de enfermedades zoonóticas. «Al degradar el ambiente estamos generando presión sobre ese sistema para que los patógenos traten de adaptarse y les estamos dando contacto con humanos, entonces es una ola perfecta», describió a Télam Oscar Salomón, director del Instituto Nacional de Medicina Tropical, para quien eso «no se va a acabar».

El especialista en enfermedades endémicas sostuvo que habrá «nuevos emergentes permanentemente porque todos los organismos evolucionan y lo que puede llamar la atención es la aceleración que vamos a tener». «Con la velocidad de transporte habrá más riesgo de que una epidemia se transforme en pandemia o, al menos, se disperse en más de un continente», añadió

Los efectos del cambio global

Los científicos consultados por Télam coincidieron en que la degradación ambiental forma parte de un fenómeno mucho más amplio que es el cambio global e incluye al cambio climático, con los efectos que se observan en tiempo real sobre el casquete polar, y en eventos como inundaciones e incendios. Matilde Rusticucci, doctora en Ciencias de la Atmósfera e investigadora principal del Conicet, aseguró al respecto que los impactos del cambio climático en la salud son múltiples: «Hay efectos directos, como al haber más cantidad de tormentas puede haber un aumento de accidentes, pero también hay impactos indirectos porque en algunas regiones aumenta la contaminación del aire».

Rusticucci, quien trabajó en los informes de evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas, precisó que «cuando hablamos de olas de calor, está probado que aumenta la mortalidad en la población y también cuando se produce una inundación las personas se ven afectadas porque no tienen acceso al agua potable». Entre otros efectos llamativos, la especialista apuntó que las enfermedades transmitidas por vectores pueden llegar a correr los limites de dispersión, como ocurre con el mosquito del dengue que «antes vivía solo en zonas tropicales y ahora vive en regiones de nuestro país cada vez más al sur porque el clima cambió».

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