“El inflable no irritó tanto como la bandera haciendo alusión a un fallecido hincha de Nacional”

José Fuentes, presidente de Nacional, analizó que eso “fue lo que desató la ira de los hinchas, que muchos se trasladaron de una tribuna a otra”.

La jornada clásica del domingo en el Gran Parque Central dejó como resultado negativo los incidentes variados ocurridos con los hinchas. Hubo incidentes producidos durante el segundo tiempo, que causaron la momentánea suspensión del encuentro durante varios minutos. Hubo además saqueos a los puestos de bebidas en la tribuna de Peñarol, donde también destrozaron todos los baños y terminaron generando un incendio que requirió la presencia de Bomberos.

La parcialidad aurinegra causó importantes daños en los baños y en el ingreso de la tribuna Héctor Scarone del recinto deportivo, lo que está siendo investigado por la División de Violencia en el Deporte del Ministerio del Interior.

El fiscal de Flagrancia de Octavo Turno, Leonardo Morales, investigará una denuncia por la rotura de 17 unidades de transporte. Ya solicitó analizar las cámaras y hacer otros relevamientos para que se pueda profundizar en la investigación. Al momento, no hay ninguna persona detenida.

Además, el fiscal Fernando Romano confirmó que investigará los hechos sucedidos en la tribuna Scarone.

Por su parte, José Fuentes, presidente de Nacional, destacó “el colorido, lo que preparó la hinchada, el homenaje al Morro, los mosaicos. A veces nos detenemos más en las cosas malas que pasan por 100 personas y dejamos de valorar lo bueno. Hay hinchas que quieren al club y trabajan de forma honoraria, dan lo mejor y hacen que sea una fiesta. Seguramente eso también pasa en Peñarol; hay 100 energúmenos que hicieron todo ese lío, pero había 2000 personas que fueron en una buena a disfrutar de la fiesta”.

Fuentes habló en Último al arco de Sport 890 y agregó que “el operativo fue exitoso porque no hubo ningún lastimado. Lo que pasó fue que 100 personas pararon el espectáculo porque ahí adentro se sienten los dueños, y no hay forma de parar eso si no es por represión, pero como no se quiere utilizar, pasa eso”.

Durante el partido está a cargo “la seguridad es de cada club y la policía está afuera porque trata de evitar estar en el medio de la tribuna para no generar más irritación. Los guardias de seguridad se vieron desbordados porque están para controlar a gente normal, no los podés exponer, es muy difícil frenar. No tienen otra herramienta que su físico. El parate que se dio en el segundo tiempo, al único que favorece, es al que querían perjudicar. El inflable no irritó tanto como la bandera haciendo alusión a un fallecido hincha de Nacional, que fue lo que desató la ira de los hinchas, que muchos se trasladaron de una tribuna a otra. El veedor tuvo que parar el partido hasta que se bajara la bandera, que se bajó después de 10 minutos”, comentó, y “cuando la vi sabía que se iba a armar problemas y fue esa bandera lo que generó toda la irritación”, apuntó.

Sobre la grasa en los paravalanchas y tejidos del sector de Peñarol, dijo que había “en algunas barandas y en algunas columnas, pero no creo que eso sea un hecho tan grave”. Añadió que “eso se dio, aparentemente, en la mañana”.

“La tribuna estaba repintada porque lo que hicimos fue preocuparnos de que no haya ninguna consigna agresiva para generar un hecho de violencia”, contó, y agregó: “Lo hizo la propia hinchada y gente del Parque, que fueron a tapar todo eso. Si después alguien se metió y puso esa grasa, no sé cómo lo hicieron”.

Con respecto a los costos, dijo que el “más grande que tiene que pagar Peñarol es asimilar una derrota de 3-1 que le hizo Nacional jugando al fútbol y jugando muy bien, lo otro lo evaluaremos los próximos días cuando saquemos las cuentas”, concluyó.

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