Enrique Rubio: “El Frente Amplio logró reconstruir su vínculo con la sociedad”

El senador de la Vertiente Artiguista dice que “El Frente de Escucha” , se constituyó en un "cable a tierra" para la coalición

Enrique Rubio es de los “históricos” dirigentes del Frente Amplio. Estuvo presente durante años en las ganadas, pero también estuvo y dio la cara en las perdidas. Hoy es oposición, pero durante muchos años fue parte del gobierno. Considera que el partido ya supo “hacer el duelo” de la derrota del 2019, y mira con esperanza y expectativa el 2024. Del presente, del futuro, del Frente Amplio y del gobierno, habló con el Diario La R.

¿Si tuviera que definir el momento actual del Frente Amplio?, considerando lo que pasó en los últimos años pero a la vez mirando hacia adelante?

Este es un momento de transición. El Frente se ha reorganizado y fundamentalmente ha hecho algo que no había hecho en el pasado, que es “El Frente escucha”. Ó sea, el Frente Amplio logró reconstituir su vínculo con la sociedad, digamos desde los trabajadores, a los empresarios, a los desocupados de las amas de casa, en fin, a las diversas expresiones de la sociedad. Entonces, desde este punto de vista, viene en un proceso de recuperación y expansión de política. también de transición en ese sentido, por qué a mí me parece que este cambio y que es un cambio al mismo tiempo que hace que mucha gente quiera nuevamente participar en debates, discusión y militancia, o busque un lugar, eso este es un indicio muy fuerte de que se recobró la esperanza y hay una expectativa creciente que se va a desplegar en los años futuros. Estamos en el año de la transición, o del quiebre.

¿El ciclo “El Frente de Escucha” vino a ser una especie de “piedra refundacional” que permite ser el inicio de un ciclo para el partido?

Sí. Fue el cable a tierra que permitió e identificar las principales demanda y la sensibilidad ciudadana, y también la crítica que hubo a nuestra propia gestión. Entonces permite elaborar una perspectiva. Una perspectiva supone un programa. El gran trabajo del año que viene que ya comenzó, que para lo que es un nuevo programa de gobierno con perspectivas de futuro. Siento que esa es la situación.

La rendición de cuentas no es acompañada por el Frente Amplio en líneas generales, pero hubo algunos temas y puntos que tuvo que votar. ¿Cuál es el resumen que hace después de la discusión en el Senado y que culminó con la aprobación de los cambios en la Cámara de Diputados?

El Frente siempre ha tenido una actitud constructiva. A lo que tiene que oponerse, se opone, y eso lo hizo con la LUC, y con toda la Ley Presupuestal, con rendición de cuentas y otros proyectos. Pero es que donde hay posibilidad de introducir mejoras para la gente, hace sus propuestas alternativas o aditivas, digamos a lo que viene, y logra o no logra, depende porque no tiene la mayoría parlamentaria, pero ha mantenido siempre esa. Primero hace un señalamiento global, solicita acuerdo o en desacuerdo con la propuesta global. Eso fue con la LUC y eso fue también en aspectos económicos, pero no de una discusión en particular, discrimina aquellas cosas que sí se pueden apoyar, aquellas con las que hay que cambiar y aquellas cosas en la que hay que mantenerse en la negativa más completa. Porque acá hay dos modelos de país que están enfrentados. 

Y si le pregunto por el relacionamiento con el gobierno, ¿Cómo ve el trato en el ámbito Legislativo entre senadores y diputados, y, por otro lado, el diálogo entre el Poder Ejecutivo y las autoridades del Frente Amplio?.

Bueno, en el área legislativa hay de todo. Porque ha habido algunos episodios muy lamentables, de algunos legisladores de la coalición, pero eso no quiere decir que sea del todo. Hubo diversas situaciones. Ahora, lo que es el relacionamiento del Ejecutivo y fundamentalmente del Presidente de la República con la fuerza política, hubo un cambio en el sentido de que al fortalecerse la fuerza política y tener una figura visible que expresa del conjunto, y con mucha potencia y capacidad polémica como la de Fernando Pereira, ha generado una capacidad de interlocución de otra naturaleza que ha fortalecido al Frente Amplio y que le da el propio Gobierno cuando quiere saber qué es lo que piensa la oposición o la referencia central. Es la centralidad de esta situación, es un cambio muy importante que nos vuelve a lo que en el pasado fue las conducciones muy vigorosas como fue la del general Líber Seregni o la de Tabaré Vázquez en el pasado, y sin perjuicio de las diferencias de personas y demás y experiencias políticas, es claro que estamos en una situación infinitamente mejor que la que tuvimos en otros períodos en que había mucha dispersión en materia de dirección política en el Frente Amplio.

¿Cree que justamente por eso que viene explicando, con el transcurso del tiempo, el Gobierno ha tenido y propuesto otro respeto hacia el Frente Amplio a partir de la reorganización del partido?

Pienso que sí, que en parte eso es así, pero también es cierto que el gobierno se ha debilitado. Ha tenido una sucesión de traspiés. Si uno mira los meses, este hecho últimos dos meses, la verdad es que hay una sucesión de situaciones absolutamente desafortunadas que han llevado a la crítica al pedido de responsabilidades políticas, que no han asumido, porque ya han pasado cosas muy graves y en realidad saltó algún fusible, pero en algún nivel muy secundario.

¿Usted cree que realmente puede afectar al gobierno, y al presidente Lacalle Pou, todo lo que pasó con el narcotraficante Sebastián Marset y ahora con el excustodio Alejandro Astesiano?

Y no solo eso, sino otras decisiones, como por ejemplo que tocan puntos icónicos en el Uruguay, como la política en relación con el tabaco. Opino que todo eso ha provocado una erosión fuerte en la credibilidad y en el prestigio de las principales figuras de gobierno.

En su rol de legislador, ¿qué opinión tiene acerca de lo que es la coalición propiamente dicha?, y a casi 3 años del acuerdo

En las cuestiones esenciales, la coalición se ha mantenido unida, pero es claro de que hay crecientemente diferencias, y que eso se va a acentuar. en la medida en que se acerque el ciclo electoral. Por qué la cohesión interna tiene sus límites. Una cosa es la cohesión cuando todo va bien, pero cuando las cosas no empiezan a ir bien, y se ve que este sí está en una situación de riesgo. Pienso que en la percepción de muchos legisladores de la coalición es que advierten que están en una situación de riesgo, no en relación con el futuro, eso también acumula los enfrentamientos, las diferencias en el marco de la propia coalición. A la coalición solo la mantiene unida el hecho de tratar de bloquear la posibilidad de que el Frente Amplio retorne al gobierno, más que los contenidos en sí mismo de las cosas que están en juego.

La transformación educativa y la serie de conflictos que se han suscitado en la educación. ¿Cómo observa usted lo que ha ido sucediendo?.

Creo que son ejemplos muy claros de cómo no hay que hacer las cosas. La única manera de poder hacer transformaciones estructurales y profundas es si hay diálogo con la sociedad y evocan consensos mínimos. Y todo eso lleva tiempo y proceso. Y la realidad es de otra manera, con la otra manera lo único que se crea es un malestar y el conflicto. Entonces se bloquea la posibilidad de llevar adelante estas transformaciones que quiere el gobierno, porque estamos ya pasamos la mitad del mandato y en realidad se está hablando de una transformación educativa, eventualmente para una parte del año siguiente, ya después entramos en el periodo electoral. Y donde hasta el sector privado pide que se miren los tiempos, entonces creo que estas transformaciones no logran sus objetivos ni creo que los vayan a lograr.

¿Consideran en algún sentido que la transformación educativa es tan necesaria como la explica y difunde el gobierno?

En el Uruguay siempre lo ha estado en la agenda pendiente la transformación pero fundamentalmente en el nivel medio, sea en el ciclo básico más que nada, donde hubo avances en el período en el gobierno del Frente Amplio, pero quedó mucha agenda pendiente, pero que para poder avanzar en ese sentido se necesitan desde recursos económicos a intercambio profundo con los educadores, que son los que tienen que llevar adelante el proceso. Y eso en general, si uno quiere hacer transformaciones significativas, empieza con el lado de la formación docente, de la preparación y del convencimiento a los trabajadores de la educación de que ese es un camino que le permite mejorar su la calidad de su trabajo. Ahora, si no se cumplen estos requisitos y es lo que ha sucedido, y lo que está sucediendo en la actualidad, entonces la transformación educativa en el aspecto más importante no se puede hacer. Es que Uruguay tiene agenda pendiente, a mi juicio, básicamente en ese nivel, mucho más que en Primaria o mucho más que en la educación terciaria. La tiene en ese punto, pero eso significa muchas transformaciones simultáneas que no son las que se están impulsando, y menos con los métodos que se están impulsando. Porque una cosa son los contenidos que se están impulsando, pero otra cosa es el método, que no está fundado en el diálogo sino en la imposición de un paquete. 

¿Qué tiene para decir del proyecto de la reforma de la seguridad social?

Todavía no voy a avanzar en profundidad porque hemos acordado que el Frente Amplio hará un pronunciamiento que seguramente será el lunes 31 o en una instancia cercana. El viernes pasado se discutieron en la mesa política algunos criterios, pero es claro que esta reforma tiene problemas medulares. Ahora, en la descripción y características de los mismos, eso lo va a expresar el Frente Amplio cuando llegue a un punto de pronunciamiento en pocos días.

¿Perspectivas para el final del 2022 y para lo que venga en 2023?

Habrá un gran debate en torno a la reforma de la seguridad social, y el próximo año veremos cómo están planteadas las cosas. Pero es evidente que la gente tiene demandas insatisfechas enormes. Que esto dejó de ser una realidad metropolitana y aflora como expresión de malestar. Las recorridas están mostrando eso. El malestar se ha extendido a todo el territorio, y a todos los sectores sociales que no son una minoría, que es la que ha capitalizado los precios internacionales de los commodities y los grandes capitales del sector agroexportador han hecho una concentración de riqueza muy grande, la desigualdad en Uruguay ha aumentado mucho, y este gobierno ha gobernado para una minoría y no por los intereses de la mayoría. 

La Vertiente Artiguista hoy

En lo que respecta a la agrupación a la que pertenece Enrique Rubio, la Vertiente Artiguista (VA) tuvo su elección de autoridades los días 15 y 16 de octubre. En votación en todo el país, eligió a los nuevos integrantes de la Directiva, que posteriormente elegirán a los integrantes de la Mesa Directiva y al presidente del sector. De 35 miembros en total, 20 fueron reelectos y 15 fueron designados en esta instancia. Hubo 90 candidatos y votaron unas 900 personas –aproximadamente-.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Últimos artículos de Nacionales