1- La actual coyuntura presenta desafíos importantes a nivel mundial y regional, sobre todo en lo que respecta al estado político – económico pos pandémico, donde más que nunca se percibe un proceso general de ajuste y avance del capital sobre el trabajo y donde las economías capitalistas centrales profundizan el traslado del costo de la crisis económica global a trabajadoras y trabajadores. En este contexto, el Covid-19 activó fuertemente esta situación geopolítica y profundizó un proceso de reconfiguración hegemónica y de crisis económica, financiera, política y social del orden mundial.
2- Nos encontramos a mitad del período de un gobierno de “coalición de derecha y ultra derecha con componentes fascistas” que ha llevado adelante acciones concretas para aplicar su programa político-ideológico de un “modelo de la desigualdad”, expresado en la Ley de Presupuesto, con ajustes que afectan las políticas sociales e inciden directamente en la justicia social; la aprobación de la Ley de Urgente Consideración (LUC) cuyo contenido regresivo instauró cambios estructurales en diversas áreas estratégicas del Estado, afectando el rol social, productivo y económico del mismo; la rendición de cuentas 2022, revelando de forma descarnada la cara más dura del ajuste del capital sobre el trabajo; sumado a acciones de ajustes ideológicos y de derechos, particularmente la criminalización y persecución de las organizaciones sociales y sindicales, en especial nuestra Federación.
3- Durante estos tres días de Congreso presentamos nuevas investigaciones que documentan, con evidencias los procesos de mercantilización y privatización de la educación en nuestro país; realizamos un recorrido histórico por el acervo propositivo que nuestra Federación ha construido en materia de política educativa, reafirmando principios, fines y objetivos históricos; actualizando propuestas y generando nuevas en la perspectiva de la construcción de una educación integral, popular, soberana, emancipadora y democrática.
4- Manifestamos nuestro más profundo rechazo a la propuesta de “Transformación Educativa” en curso, que implica un profundo retroceso para nuestra Educación Pública. La misma es la aplicación de una receta neoliberal que responde a las propuestas de los organismos internacionales de crédito, caracterizada por profundizar elementos privatizadores y mercantilizadores. Como consecuencia se recorta presupuesto, contenidos y derechos, transformando la educación en un bien de mercado en lugar de un derecho, siendo un componente más del “modelo de la desigualdad”, acentuándolo mediante la subordinación del conocimiento a la competencia y a la educación a un “saber hacer” con independencia del conocimiento socialmente acumulado a lo largo de la historia, negándole a los y las estudiantes la posibilidad de acceder a él.
5- Se hace necesario recuperar, por un lado, la Soberanía Nacional, rompiendo con todas las injerencias provenientes de organismos internacionales que pretendan de forma directa o indirecta tratar de incidir en la definición de la orientación de la política educativa del país, las cuales deben ser discutidas, analizadas y definidas por ámbitos generales como lo son los Congresos Nacionales de Educación, con la más amplia participación de estudiantes, referentes familiares, barriales, interinstitucionales; y por otro, recuperar para la educación su rol contrahegemónico, y en especial la experiencia del aula como espacio desde donde se realiza la tríada pedagógica y en la cual nos vinculamos los docentes, los estudiantes y los saberes.
6- El actual escenario nos impone como Federación asumir una actitud política de “antagonismo sin consenso” ante el actual proyecto ideológico y político que implica este “modelo de la desigualdad” impulsado por el gobierno, y que tiene en las regresivas propuestas de Transformación Educativa y de reforma de jubilaciones y pensiones un capítulo más. Llevando adelante todas las medidas políticas y organizativas y de movilización que permitan expresar masivamente nuestro rechazo y resistencia al mismo; generando a partir del conjunto de sindicatos y gremios de la educación, las organizaciones sindicales, sociales y populares una correlación de fuerzas a nivel de nuestra sociedad de profundo respaldo a la defensa de la Educación Pública; y en pos de construir una perspectiva superadora al actual modelo que se quiere imponer.
7- Entendemos que la mejor forma de encauzar lo anteriormente expresado es sumando todo nuestro esfuerzo en la concreción de un gran “Congreso del Pueblo”, para el cual comprometemos nuestra militancia. En el que impulsaremos, entre otras iniciativas:
– Autonomía y cogobierno con rango constitucional para todos los entes autónomos de la Educación
– Incorporar en la Constitución un piso presupuestal para dichos Entes de un mínimo del 6% del PBI y/o un porcentaje equivalente del presupuesto nacional.
– Cortar cualquier lazo con organismos internacionales de crédito que incidan en la política educativa y/o empresas que condicionan los aprendizajes, como forma de recuperar la soberanía nacional en nuestra educación pública.
¡En defensa de una Educación Pública integral, popular, soberana, emancipadora y democrática!0
