«La patria está de luto. Hoy rendimos tributo a quienes perdieron la vida batallando contra el incendio en Matanzas, seres humanos de un coraje extraordinario. A sus familiares y amigos, el abrazo sincero y la solidaridad de todo un pueblo ante tan hondo dolor», escribió ayer el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla en su cuenta en Twitter. Desde horas tempranas el pueblo cubano demostró sus muestras de respeto a los 16 bomberos que perdieron la vida durante las operaciones de extinción del incendio, para posteriormente trasladar los restos de los fallecidos al cementerio local.
Las honras fúnebres se realizaron en el Museo de los Bomberos de Matanzas, ubicada a unos 100 kilómetros al este de la capital de la isla. De los restos de los 16 bomberos, solo dos pudieron ser identificados. De los otros 14 solo pudieron encontrarse agrupaciones óseas que, dado el daño provocado por las altas temperaturas de las llamas, no pudieron identificarse. El 5 de agosto, un incendio de grandes proporciones provocado por un rayo, destruyó cuatro tanques de petróleo en una base de supertanqueros ubicada en Matanzas, a unos 100 kilómetros al este de La Habana. El siniestro provocó la muerte de 16 personas y dejó más de 120 heridos.
