Los delegados en la 75 Asamblea Mundial de la Salud aprobaron un número récord de recomendaciones relacionadas con enfermedades no transmisibles (ENT) como el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiacas y pulmonares, así como con la salud mental, y sus factores de riesgo.
La medida llega antes de la cuarta reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la prevención y el control de las ENT, que se celebrará en 2025, en un esfuerzo por acelerar los progresos hacia el logro de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las metas relativas a las ENT acordadas a nivel mundial.
Por primera vez, los delegados en la Asamblea Mundial de la Salud han apoyado el establecimiento de metas mundiales para abordar la diabetes. Las metas forman parte de un nuevo conjunto exhaustivo de recomendaciones para reforzar y monitorear las respuestas nacionales a la diabetes.
Entre ellas está garantizar que para 2030 el 80% de las personas que viven con diabetes hayan sido diagnosticadas; que el 80% tengan un buen control de la glucemia; que el 80% de las personas con diabetes diagnosticada tengan un buen control de su tensión arterial; que el 60% de las personas con diabetes de 40 años o más reciban estatinas; y que el 100% de las personas con diabetes de tipo 1 tengan acceso a insulina asequible y al automonitoreo de la glucemia. La diabetes es actualmente una de las diez principales causas de muerte en todo el mundo.
Salud bucodental
Aunque en gran medida prevenibles, se estima que en 2019 había más de 3500 millones de casos de enfermedades bucodentales y otras afecciones bucodentales en todo el mundo. A pesar de que afectan a casi la mitad de la población mundial, hasta la fecha no ha habido ninguna estrategia mundial sobre salud bucodental. Los delegados acordaron que esa estrategia mundial es ahora necesaria. Esta estrategia servirá de base para la elaboración de un nuevo plan de acción mundial, que incluirá un marco para el seguimiento de los progresos con metas que deberán alcanzarse para 2030 y que se debatirá durante la Asamblea Mundial de la Salud de 2023. La OMS también publicará su primer informe mundial sobre salud bucodental a finales de 2022.
La estrategia mundial sobre salud bucodental establece una visión audaz de la cobertura universal de los servicios de salud bucodental para 2030. Los enfoques clave incluyen el establecimiento de respuestas nacionales ambiciosas, la integración de la salud bucodental en la atención primaria de salud y la optimización de las tecnologías digitales.
Gestionar la obesidad
Los delegados en la Asamblea Mundial de la Salud han acordado nuevas recomendaciones para la prevención y la gestión de la obesidad a lo largo de la vida, así como una serie de metas conexas, en un intento de detener el aumento de la obesidad en niños menores de 5 años, adolescentes y adultos para 2025 y de acabar con todas las formas de malnutrición para 2030. En ellas se esbozan las medidas que deben adoptar los gobiernos, la sociedad en su conjunto y la Secretaría de la OMS para reducir la ingesta de azúcares libres a menos del 10% del consumo total de energía en adultos y niños; aumentar las tasas de lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses hasta al menos el 70%, y reducir la prevalencia mundial de la inactividad física en un 15%. La OMS ya ha elaborado un nuevo plan para apoyar a los Estados Miembros en la aceleración de las medidas para detener la obesidad.
Daños relacionados con el alcohol
Los delegados también acordaron un plan de acción (2022-2030) con el fin de aplicar eficazmente la Estrategia Mundial para Reducir el Uso Nocivo del Alcohol como prioridad de salud pública.
El ritmo de formulación y aplicación de políticas sobre el alcohol ha sido desigual en las regiones y países de la OMS. Desde su aprobación hace 10 años, los recursos y las capacidades de aplicación de la Estrategia Mundial de la OMS para Reducir el Uso Nocivo del Alcohol han sido insuficientes para hacer frente a la magnitud del problema. Como resultado de ello, cada 10 segundos muere una persona por daños relacionados con el alcohol. El plan de acción sobre el alcohol propone objetivos y principios operativos, áreas de acción clave para los Estados Miembros, la Secretaría de la OMS, los asociados internacionales, las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones académicas, así como propuestas de medidas para los agentes económicos de la producción y el comercio del alcohol. Contiene un conjunto de metas, indicadores e hitos mundiales para el seguimiento de los progresos.
