La Asociación Psoriasis Uruguay realiza campaña de concientización sobre la dermatitis atópica

Una enfermedad que afecta tanto a niños, cómo a los adultos.

La Asociación Psoriasis Uruguay (APSUR) organizó un encuentro sobre dermatitis atópica, con el objetivo de concientizar sobre la enfermedad y el impacto que tiene en la vida del paciente y su familia. 

El presidente de APSUR, Esc. Gustavo Di Genio, destacó que con estas actividades se busca ayudar a concientizar sobre esta clase de patologías inflamatorias crónicas de la piel, ayudando a las personas que las padecen y a sus familias a través de la educación e información.

La dermatitis atópica es una de las afecciones cutáneas inflamatorias más frecuentes, que comienza en la infancia y puede estar presente hasta en la edad adulta. Se trata de una patología que produce un gran impacto en la vida de las personas que la padecen, en su familia y en la sociedad en su conjunto.

Es una enfermedad compleja que en los últimos tiempos se la ha considerado de afección sistémica con espectro amplio de manifestaciones clínicas, desde leves a severas y un curso evolutivo variable.

Cursa con períodos de brotes de mayor o menor intensidad, y otros de calma, dependiendo de diversos factores, tanto propios de cada persona como ambientales e incluso emocionales. Especialmente en los pacientes con enfermedad moderada a severa genera dificultades para dormir y para realizar sus actividades cotidianas.

Se encuentra dentro de un grupo de enfermedades llamadas «atópicas», que son alteraciones en la respuesta de las defensas en diferentes órganos, como piel, pulmones, nariz, ojos y sistema digestivo, todos aquellos que tienen contacto con el exterior.

La Dra. Agustina Acosta, reseñó que la dermatitis atópica es la enfermedad crónica de la piel más frecuente en la infancia, aunque se puede presentar en personas de todas las edades. “El 85% se manifiesta antes de los 5 años y 5% desarrolla dermatitis atópica en la edad adulta. En muchas ocasiones se asocian otras enfermedades, como asma o rinitis alérgica”, señaló. 

Se caracteriza por brotes frecuentes, picazón intensa, irritación, dolor y enrojecimiento. Es una patología multifactorial y en la que intervienen factores genéticos, ambientales, alteraciones inmunológicas y/o problemas en la función barrera de la piel.

Subrayó que la picazón intensa que provoca la dermatitis lleva al paciente a rascarse permanentemente, en muchos casos, hasta dañar su piel e incluso predisponer a infecciones, generando ardor y dolor. Se manifiesta de manera distinta entre las personas, con síntomas que imponen una carga física, psicológica y económica significativa.

La profesional dijo que las personas con dermatitis atópica presentan típicamente una piel seca, acompañada de lesiones de piel características (rojas, con descamación y a veces exudación) en localizaciones especificas según la edad, pero que en algunos casos se diseminan. Otros síntomas que se vinculan como consecuencia del prurito, pueden ser insomnio, fatiga y somnolencia durante el día en comparación con aquellos que no tienen dermatitis atópica. Puntualizó que los pacientes con dermatitis atópica moderada y severa están sometidos a mayor riesgo de ansiedad, depresión, estrés y menor participación social o incluso en casos más extremos aislamiento social.“En algunas ocasiones la acumulación de estos síntomas físicos y psíquicos puede conducir a ausentismo laboral o escolar. Todo esto se enmarca en una afectación clara de la calidad de vida de los pacientes y, en muchos casos, también de los cuidadores”. 

Avances y novedades

Hasta hace algunos años, los especialistas no tenían las herramientas terapéuticas necesarias a la hora de manejar los casos moderados a severos. En el último tiempo, conocer mejor la enfermedad permitió entender sus causas y mecanismos posibilitando a su vez el desarrollo de tratamientos específicos.

La Dra. Claudia Guebenlian, puntualizó que el tratamiento para la dermatitis atópica debe adaptarse a cada paciente y situación. “Debe ir dirigido a reducir los síntomas (prurito cutáneo y eccema), prevenir las exacerbaciones, mantener el mayor tiempo libre de enfermedad y síntomas; y minimizar los riesgos del tratamiento”. 

La profesional destacó que la educación del paciente y la familia, así como la comprensión de la enfermedad es un pilar fundamental para conducir el tratamiento. “Hay varias opciones disponibles para el tratamiento; que se van agregando de acuerdo con la severidad de la enfermedad”, añadió. 

Explicó que son fundamentales los cuidados básicos de la piel: jabones adecuados y cremas reparadoras de la barrera cutánea para mejorar la sequedad de la piel.

Los tratamientos tópicos son la primera opción de tratamiento en todos los casos de dermatitis atópica siendo los corticoides tópicos la elección, pudiendo en ocasiones agregarse o asociarse los inhibidores de la calcineurina.

Guebenlian sostuvo que en casos moderados severos se valoran otras opciones como son la fototerapia, corticoides orales, inmunosupresores y fármacos biológicos; que se irán indicando según lo considere cada médico en valoración de cada paciente y situación clínica, subrayó. 

La novedad más importante para los pacientes con dermatitis atópica moderada grave es el advenimiento de nuevas terapias que apuntan a la etiología de la enfermedad con muy buena respuesta. En Uruguay contamos hoy en día con la aprobación del Ministerio de Salud Pública del inhibidor JAK. (Aprobado para mayores de 12 años).

Las especialistas coinciden en la importancia de un diagnóstico correcto y temprano de la enfermedad, que favorece la indicación de cuidados especiales de la piel y que pueden evitar, en los casos leves, la progresión a eczema. A su vez, el diagnóstico correcto contribuye al alivio en aquellos casos con enfermedad más grave y avanzada. 

En primera persona

Mauricio tiene 40 años y fue diagnosticado con dermatitis atópica hace unos años y cuenta que “vivir con dermatitis es estar incómodo con tu cuerpo y con tu piel, hay mucha picazón, se te inflama la piel, los pliegues de la piel, los párpados, las rodillas, el codo; y con el rascado uno se lastima”.

Mauricio expresó que la picazón para quienes tienen dermatitis atópica es “muy intensa” y dijo que de noche la intensidad termina alterando el sueño. “A veces es muy extremo. Recuerdo que cuando era chico me rascaba mucho de noche, dormía mal y por eso toda la familia dormía mal. Mi abuela me hizo unos guantes de algodón para que si me rascaba no me lastimara”, recordó. 

Sostuvo que las personas con dermatitis atópica tienen un sistema inmunológico hipersensible y ello hace que cualquier cosa se dispare una reacción. “Es muy importante llegar a un diagnóstico y contar con un equipo médico que encare la enfermedad como un todo, con un abordaje general y no por cada síntoma, porque eso repercute en vivir mejor”.

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