La batería gigante que economizará la factura eléctrica

La primera batería de dióxido de carbono (CO2) del mundo, almacenada en la Isla de Cerdeña, será capaz de conservar energía renovable a fin de poder facilitar la electricidad durante un día completo, lo que reducirá de esta manera el costo de facturación eléctrica.

Foto: El Confidencial

Éste aparato trabaja con un sistema que utiliza el dióxido de carbono (CO2) para almacenar energía renovable; según sus creadores, logrará obtener gran rentabilidad a nivel mundial.

Las energías renovables, como lo son la eólica o solar, se enfrentan al gran desafío de solucionar la intermitencia en el suministro. Ya se han visto varias soluciones de almacenamiento que emplean como material la sal o el dióxido de manganeso con el objetivo de recoger energía cuando estas fuentes se encuentran en funcionamiento.

La última de estas “baterías” es presentada por la compañía italiana Energy Dome y ya se encuentra disponible para su desarrollo comercial. Su novedoso sistema se nutre de las propiedades del CO2 que posibilitan su carga y descarga a temperatura ambiente. Asimismo, la compañía afirmó que el sistema se encuentra sellado para evitar que el CO2 escape hacia la atmósfera.

Otra de las ventajas es que su diseño no consiste en materiales raros y costosos; por el contrario, se fabrica a partir de materiales económicos y sustentables.

El diseño se fundamenta en la propiedad del CO2 de condensarse y guardarse como líquido a presión y a temperatura ambiental. Esto hace que sea el fluido ideal para el almacenamiento energético sin necesidad de alcanzar temperaturas muy bajas.

Si bien el sistema de la compañía italiana guarda similitudes con el que utilizan las plantas de biogás, no deja de ser algo totalmente novedoso. La batería obtiene su carga a través del CO2 que está almacenado en una gran bóveda a temperatura y a presión casi atmosféricas, comprimiéndolo para convertirlo en líquido. Durante este proceso se genera el calor necesario para usar luego en la fase de descarga. Allí es cuando el CO2 se calienta y se transforma en un gas que recorre una turbina generadora de energía. Por último, el gas regresa a la bóveda sellada donde se conserva hasta su siguiente uso.

“No utilizamos ningún material exótico. La tecnología utiliza acero, CO2 y agua. Así que no hay dependencia de materiales de tierras raras como el cobalto o el litio”, expresó recientemente a Bloomberg el fundador de Energy Dome, Claudio Spadacini. “Esto hace que nuestra tecnología sea geopolíticamente independiente. Se puede producir en todas partes y se puede utilizar en todos lados”, dijo.

Tras la superación exitosa del periodo de pruebas que atravesó su prototipo comercial, el sistema se encuentra finalmente listo para iniciar. La planta prototipo de Cerdeña cuenta con un tamaño de 2,5 megavatios eléctricos (MWe) y 4 milivatio-hora (MWh). Sin embargo, la compañía confirmó mediante declaraciones a PV Magazine que el próximo año iniciará la construcción de su primera planta comercial a escala real.

La compañía afirma que su planta piloto de Cerdeña emplea equipos que no tienen ninguna clase de problemas a nivel de suministros internacionales y que su tecnología podría ser capaz de desplegarse globalmente. “Hemos recibido muchas peticiones para venir a ver nuestra planta”, comentó Spadacini.

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El fundador de Energy Dome, Claudio Spadacini, comentó a Bloomberg que existe “una gran demanda de tecnologías de almacenamiento de energía de larga duración porque el litio es demasiado caro y tiene una vida útil escasa”. En tanto, afirmó que la compañía ha “recibido el interés de grandes empresas y servicios públicos de Europa, Oriente Medio y Norteamérica”.

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