La Copa del mundo está en casa

"Sé que pueden ser cábalas, no sé si son ciertas, pero yo no iba a levantar la copa", afirmó la vicepresidenta en ejercicio de la presidencia, Beatriz Argimón

Este viernes por la mañana arribó al aeropuerto de Carrasco el avión que trae la Copa del Mundo original. El trofeo de oro macizo es el mismo que se entrega a la selección ganadora del campeonato. Los únicos autorizados a tocarla son los presidentes de los países y quienes hayan sido campeones del mundo.

Consultada al respecto, la presidenta en ejercicio, Beatriz Argimón, dijo que ya tenía pensado no tocar la copa. «Cuando salí de Torre Ejecutiva un grupo de periodistas que sabía que venía para acá expresamente me dijeron ‘no vayas a tocar la copa porque da mala suerte’», expresó en rueda de prensa en la terminal aérea.

Además, contó que cuando estaba en viaje hacia el aeropuerto le seguían mandando mensajes para que no la tocara. «Sé que pueden ser cábalas, no sé si son ciertas, pero yo no iba a levantar la copa», manifestó.

El eslogan de la empresa que transporta la copa es «la magia de creer» y en ese sentido, Argimón dijo que considera que terminado el mundial «esta copa vuelve para acá».

Por otra parte, señaló que no va ir a Catar, pero «como todos los uruguayos» tiene anotados todos los partidos cuando juega Uruguay.

«La camiseta celeste es una matriz que siempre nos ha unido y creo que el futbol en general convoca al mundo en momentos muy especiales. Me parece que es muy oportuno mostrar una fiesta con pasión, pero fundamentalmente un torneo que nos debe unir porque así tenemos que estar», consideró.

Por último, sostuvo que se imagina a Uruguay organizando un mundial y que están trabajando en eso para el 2030.

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