«La gente te enviará a tu casa el 2 de octubre» le dijo Lula a Bolsonaro en el último debate

Encuestas confirman que en las elecciones de mañana el gran favorito es el expresidente brasilero.

Brasil asistió a uno de los debates más tensos y violentos de la historia democrática reciente. Con Bolsonaro contra Lula, el resto de los candidatos también contribuyó con el presidente sumándose a criticar al líder del Partido de los Trabajadores (PT), que tiene 50% de la intención de voto y chances matemáticas de ganar la presidencia el domingo, según Datafolha.

En cambio, el jefe del Estado se negó a responder dos preguntas claves que le formuló la candidata Soraya Trhonicke, paradójicamente una ex aliada: si va a aceptar el resultado de las elecciones del domingo y si se vacunó contra el coronavirus.

«Mentiroso, expresidiario, traidor a la patria, tus hijos robaron millones de empresas», dijo Bolsonaro e Lula en un debate en la TV Globo, el mayor acontecimiento del final de la campaña en Brasil, que se transformó en un clásico personal entre el jefe del Planalto y el exsindicalista metalúrgico. «En mi gobierno no hubo corrupción», dijo Bolsonaro, quien llamó «mentiroso» y «expresidiario» a Lula, al recordar los procesos de que el exmandatario fue objeto por el desvío de fondos a través de contratistas de la petrolera estatal Petrobras, y vinculó al líder del Partido de los Trabajadores (PT) con asociaciones ilícitas.

«¿Él habla de asociación ilícita?», replicó Lula, y agregó: «Necesita mirarse al espejo y ver qué está pasando en su gobierno. Respetá a quién está mirando, te está mirando tu hija de 10 años, no mientas. La gente te enviará a tu casa el 2 de octubre».

Las acusaciones de Bolsonaro y las respuestas de Lula generaron que el debate se transformara en gran parte en el duelo de la polarización de las elecciones del domingo.

En el debate participaron también Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista, tercero en las encuestas, Simone Tebet, del Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB), Soraya Thrnokie, del derechista Unión Brasil, Felipe Dávila, del Partido Novo, y Padre Kelmon, del Partido Trabalhista Brasileño (PTB).

Bolsonaro encontró como aliado a Ciro Gomes, quien fue tres años ministro de Lula entre 2003 y 2010 pero dedicó su campaña a una cruzada personal contra su exaliado.

Pero sobre todo Bolsonaro fue ayudado por el gran desconocido de la de la noche, Kelmon Souza, quien se presenta como Padre Kelmon por pertenecer a un grupo llamado Iglesia Ortodoxa del Perú, del ultraderechista Partido Trabalhista Brasileño (PTB), una suerte de Qanon tropical que emula al grupo segregacionista y conspirativo que apoya a Donald Trump en Estados Unidos.

Como el PTB tiene diputados -solo participaron del debate los siete postulantes cuyos partidos tienen representación parlamentaria y los otros cuatro quedaron fuera-, el candidato con 0% de intención de voto aprovechó para ser una linea auxiliar de Bolsonaro en atacar a Lula por los escándalos de corrupción de la Operación Lava Jato.

«Usted es un testaferro de Bolsonaro en este debate, ni siquiera es sacerdote, estás disfrazado de sacerdote, no debería estar aquí», dijo Lula a Kelmon, que insistió sobre la corrupción del PT y sostuvo que las izquierdas «destruyen las mentes de los jóvenes en la universidad» y reivindican a «Huevara», como llamó al guerrillero argentino cubano Ernesto Che Guevara.

Thronicke sacó de quicio a Kelmon al llamarlo de «sacerdote disfrazado de las fiestas de San Juan». Kelmon dijo que todos necesitan «catequesis».

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