Asistimos al estreno de la obra “Conferencia sobre la lluvia”, texto del dramaturgo mexicano Juan Villoro, bajo la dirección del conocido y laureado director uruguayo Eduardo Cervieri.
Estamos hablando de uno de los géneros más difíciles como es el Unipersonal. En esta ocasión el protagonista es Carlos Rodríguez, conocido y laureado actor uruguayo (Florencio Categoría Actor 2005).
La dupla Cervieri –Rodríguez vuelve a reunirse luego del éxito de “Cabrerita”(dramatirgia de Eduardo Cervieri, estrenada el en 2005 lo que le valió el premio Florencio en la Categoría Texto de autor nacional)
En esta ocasión el texto es diferente así como las circunstancias que lo rodean.
Obra y puesta
“Conferencia sobre la lluvia” es la perfecta excusa de un autor para usar una conversación más que como conferencia como confesión. A partir de la aparición del “conferencista” en escena , notamos en su mirada y en su andar un aire entre nostálgico y esa apariencia modesta que quiere decir “que hago yo aquí “ . No es un admirador de las conferencias pero así y todo se preparó para el evento.
Hay algo que no lleva consigo y es justamente los papeles que tienen las diferentes reseñas del tema a tratar. A falta de estos papeles recurrirá a la palabra improvisada y es allí donde cargará toda la artillería para hacer de esa confesión de vida , su mejor conferencia.
Este es un pequeño resumen de lo que comienza a suceder , lo que se trasmite, lo que hace que sintamos una cantidad de emociones y sensaciones con las que podremos o no identificarnos pero de seguro no nos dejarán indiferentes.
La puesta de Eduardo Cervieri es estupenda, entendió a la perfección los códigos trasmitidos por el autor y pone sobre el escenario todo lo necesario para sacar delante de una conversación , el marco ideal para el lucimiento de un actor y su entorno-
Actuación
No bien ingresa Carlos Rodríguez a la Sala de Conferencias logra trasmitirnos un sentimiento de inquietud y a la vez de interés que durará durante todo el espectáculo. Su forma de decir, su orden exasperante, su forma de contar sus historias de vida y ese vínculo tan especial y doloroso con el amor y por sobre todo con la soledad, su soledad hacen de esta charla a una voz, la gran y desafiante lección de vida, de una vida o de tantas y tantas.
Carlos Rodríguez repite una vez más su condición de gran actor, su versatilidad, su ductilidad interpretativa y ese gusto tan personal de pararse sobre el escenario y sin decir palabra ganarse al público con una mirada, una palabra o un silencio.
Sabe cómo moverse, como decir y como llegar a cada espectador, seguramente a cada uno le llegará de forma diferente, pero lo seguro es que indiferente no dejará a nadie. Ese es el trabajo del actor: llegar y dejar que nosotros naveguemos por ese tiempo de actuación por su mundo. Y aseguramos que lo logra y con creces.
Dirección
Hay un trabajo muy cuidado y pausado( si se me permite el adjetivo) en Eduardo Cervieri. Pero hay seguridad y confianza hacia el actor a quien le marca directivas, Y la comunicación es importante. Y entre ellos hay secretos escénicos que no fallan. Es Cervieri un director de raza, sutil y firme, cálido y exigente, perseverante y seguro. Tiene claro cuando un producto está a punto y ahí sirve la mesa. Y siempre el menú es perfecto.
Rubros técnicos
Sugestiva sin dudas es la escenografía que viste esta obra, un buen gusto desbordante así como las luces y el vestuario austero, no moderno del conferencista, Rubros todos cuidados con gran celo. La escenografía y el vestuario están a cargo de Alicia Lores. Las luces del propio Cervieri y la música , muy adecuada para esta obra , de Paolo Grosso. Muy buen equipo para un espectáculo de nivel-
Conclusión
Estamos frente a un texto que nos hace reflexionar sobre el sentido de la vida, quizás la nuestra, con una actuación muy destacada y una dirección que logró que no hubiera ninguna firsura. Un excelente espectáculo y después de verla notarán que les llenó el alma.
Recomiendo con entusiasmo. Próximas funciones Viernes 29 en Teatro del Notariado a las 21hs.
