Latam Airlines muy de malas

Latam Airlines se encuentra en una secuencia de accidentes e incidentes que no le dan tregua ala empresa.

En apenas tres semanas, la aerolínea más grande de Latinoamérica, Latam Airlines, ha protagonizado dos negros episodios. Este viernes, un avión chocó con su ala durante el despegue contra un camión de bomberos que se le cruzó en la pista del aeropuerto peruano Jorge Chávez, en Lima, causando dos muertos y un herido grave.

A finales de octubre, los 48 pasajeros que se embarcaron en el vuelo 1325 en Santiago de Chile con destino a Asunción (Paraguay) vivieron un horror producto de una violenta tormenta de granizo. El avión aterrizó de emergencia en Foz do Iguazú, Brasil, sin un motor, y con el morro destrozado. En medio de los dos incidentes, la compañía chileno-brasileña finalizó su proceso de quiebra, eligió a su nuevo directorio y frenó una huelga de pilotos.

Tras acogerse en mayo de 2020 a la ley de quiebras de EE UU (Capítulo 11) con el objetivo de reorganizarse producto de la pandemia, la compañía cuenta actualmente con más de 2.200 millones de dólares de liquidez y cerca de 3.600 millones de dólares menos de deuda, un 35% inferior a la registrada antes de declararse en bancarrota.

Como parte del cierre del proceso, la aerolínea tenía que definir una nueva estructura de propiedad. Este martes, en una junta extraordinaria de accionistas de Latam, los acreedores se hicieron con cerca del 66% y eligieron a cinco de los nueve miembros del directorio, mientras que los antiguos accionistas principales -la familia chilena Cueto, que lleva mas de tres decacadas dirigiendo la compañía, Qatar Airways y Delta Air Lines-, quienes poseen ahora cerca de un 27% de la compañía, designaron a los cuatro directores restantes.

Los antiguos accionistas debieron volver a invertir en bonos convertibles y acciones tras perder casi todo su capital original, según el diario La Tercera. Los cuatro directores escogidos fueron los hermanos Ignacio y Enrique Cueto -quienes ya estaban en el directorio, el primero continúa como presidente-, la brasileña Sonia Villalobos, por Delta, y Alexander Wilcox, por Qatar Airways.

En 2020, durante la pandemia, Latam despidió a 240 pilotos y recortó los salarios de los empleados en cerca de 30%. La semana pasada, el Sindicato de Pilotos de Latam (SPL), integrado por 300 profesionales, amenazó con ir a huelga si no llegaba a un acuerdo para mejorar los beneficios perdidos durante el periodo de emergencia. La negociación in extremis avanzó lo suficiente como para evitar la paralización de las actividades en 24 horas. La compañía aseguró el martes que se acordó una prórroga del proceso de mediación obligatoria con la Dirección del Trabajo por los próximos cinco días hábiles “para que las partes puedan revisar la redacción del instrumento colectivo respectivo”. El sindicato, por su parte, sostuvo que el acuerdo “se adapta a lo que la empresa requiere, pero con garantías de estabilidad en las remuneraciones en el tiempo para los empleados”.

El grupo Latam Airlines viajó el pasado octubre a 144 destinos en 22 países y su objetivo es finalizar el año superando el 85% de las cifras alcanzadas en 2019, cuando la aerolínea transportó 74 millones de pasajeros a 145 destinos en 26 países. Al tercer trimestre, la compañía ha transportado a 45 millones de pasajeros, un 78% más que en los tres primeros trimestres de 2021, en un claro avance para sacudirse del duro golpe que supuso la pandemia.

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