El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) constató a principios de agosto, tras un relevamiento, que 11.500 beneficiarios de asignaciones familiares Plan de Equidad no van a clases ni están matriculados y según la normativa, deben regularizar su situación para no perder el beneficio.
En ese marco y ante tal situación, el ministro de la cartera, Martín Lema, había anunciado que las familias de esos niños y adolescentes dejarían de cobrar asignaciones familiares si no son inscriptos en el sistema educativo. No obstante, desde el Mides dijeron que tomarían contacto con los casos en busca de regularizar la situación.
“Ya hay una cantidad que se han regularizado. Hoy, los que estarían suspendidos son alrededor de 10.700. Pero en un listado preliminar eran 11.500”, dijo Lema en rueda de prensa.
En tanto, Lema recordó que, cuando se anunció la medida, se dijo que abarcaba dos aspectos. “Por un lado, que es una decisión tomada el suspender esa prestación en aquellos hogares donde no está la contraprestación de enviar a los menores a los centros educativos; entre otras cosas, por el futuro de esos menores, que tienen el derecho de formarse y de disponer de herramientas”, dijo Lema, y agregó: “Pero también, en paralelo, dijimos que íbamos a tomar medidas para contactarnos con estos hogares, buscando que regularicen cuanto antes”.
“Los contactos ya se están estableciendo por diferentes vías. Por ejemplo, a través del BPS desde hace días se están enviando notificaciones, ya sea a través de mensajes de texto u otros medios que se disponen. El Mides a través de alertas de las oficinas móviles, servicios telefónicos, y los técnicos que trabajan en territorio”, explicó el ministro.
