Los perros de la discordia: un conflicto político en Corea del Sur por Komi y Songan

Dos mascotas regladas por Kim Jon-Un deberían estar en el Archivo Presidencial y no con su el expresidente Moon Jae-in.

El líder norcoreano Kim Jon-Un regaló dos perros de la raza Phunsan a su homólogo surcoreano Moon Jae-in en 2018, pero ahora estos canes se han convertido en un auténtico objeto de la discordia entre el expresidente y el nuevo Gobierno del país.

Lo que ocurre es que el exmandatario de Corea del Sur no quiere desprenderse de los perros, llamados Komi y Songan, pero al mismo tiempo está dispuesto a devolverlos al Estado. La razón de ello es que el nuevo Gobierno se ha opuesto a realizar los cambios necesarios en la legislación vigente y, por ley, los animales regalados al presidente deben ser conservados por el Archivo Presidencial, informó la oficina de Moon Jae-in.

El comunicado explica que dichos perros pertenecen al Estado y son legalmente «archivos presidenciales», por lo que deberían haber sido transferidos al Archivo Presidencial después de que el expresidente Moon Jae-in dejara el cargo. Como el Archivo no estaba equipado para cuidar a las mascotas, Moon Jae-in se hizo cargo temporalmente del cuidado de los perros y los mantuvo en su residencia privada.

Antes no existía este precedente con los regalos al jefe de Estado y para que los perros pudieran quedarse con Moon Jae-in se acordó, tras consultar con las autoridades competentes y el nuevo Gobierno del presidente Yoon Seok-yeol, que la Ley de Archivos sería modificada acordemente. Ahora, seis meses después de la llegada al poder de la nueva Administración, el proceso aún no se ha completado y el proyecto de enmiendas al decreto sobre la aplicación de dicha ley ya ha sido rechazado una vez en el Gabinete.

Según la oficina de Moon Jae-in, el problema radica en la «oposición» de la oficina del actual presidente, que a diferencia del Ministerio del Interior y de los propios Archivos Presidenciales, está en contra de que los perros queden bajo la tutela del expresidente. Se precisa que si el nuevo Gobierno se opone a que los conserve, Moon está dispuesto a devolver los perros en cualquier momento, aunque está «apegado a ellos».

Según los medios de comunicación locales, la razón por la que Moon Jae-in «quiere» que devuelvan los perros es supuestamente porque el costo de mantenerlos ha alcanzado unos 2,5 millones de wones (1.783 dólares) al mes. Pero la oficina del expresidente lo niega.

«A juzgar por los recientes informes de los medios de comunicación, la Administración presidencial [Yoon Seok-yeol] no parece tener la intención de resolver este problema de forma imparcial. ¿Quiere trasladar la responsabilidad al expresidente Moon Jae-in? El ex presidente Moon crió a estos perros durante mucho tiempo y Komi fue operado recientemente, por lo que es muy triste traerlos de vuelta, pero Moon Jae-in se siente reconfortado por haber podido cuidar de ellos al menos seis meses más [después de dejar el cargo]. Confiamos en que los Archivos Presidenciales harán un buen trabajo en el cuidado de los perros, pero esperamos sinceramente que la parte emocional [de los cuidados] sea también atendida allí», dijeron desde la oficina del expresidente en un comunicado.

La raza del perro de caza norcoreano Phunsan recibió ese nombre en honor a las montañas del distrito norteño de Phunsan, ubicado en la provincia de Hamgyong (Corea del Norte), donde se crió por primera vez.

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