Martín Rodríguez es un militante social que desde el estallido de la pandemia se encuentra trabajando como voluntario en las ollas populares del barrio Lavalleja de Montevideo. “Algunos vecinos encontramos que había que hacer algo” expresó a Diario La R.
El militante cuenta como antecedente e inspiración la olla popular llevada adelante por su madre durante la crisis de 2002 en la Capilla de San Francisco. “Pertenezco al sindicato de la construcción y me gusta la militancia social pero en esta ocasión queríamos trabajar en territorio” comentó. “Teníamos una olla que era la olla Del Tablado pero por la falta de insumos y fuerza terminamos trabajando en la red de ollas populares del barrio Lavalleja” ubicado en la zona de Instrucciones y Ribera del Miguelete en el Municipio G.
Martín relata que las iniciativas se replicaron rápidamente a partir de ese momento: “al mes de declarada la pandemia éramos 12 ollas populares y 5 merenderos”.
El tiempo transcurrió y muchas ollas tuvieron que cerrar al tiempo que otras nuevas fueron surgiendo llegando a contabilizar 25 en total: “Increíblemente a dos años y medio aún la gente no ha podido lograr cocinar en su casa todos los días” comentó el militante. Contabilizar el número de usuarios resulta complejo por el hecho de que las cifras fluctúan de acuerdo a diversas variables. Martín explica que quien acude a la olla lo hace de acuerdo a su situación de cada día: “hay días que va a la olla, días que cobra en el Mides, o días que le va bien en la feria vecinal y no concurre a la olla” dijo y agregó: “un día cocinas para 300, otro día para 150 y otro para 400”.
Atendidas por sus propios dueños
Hoy en el barrio Lavalleja sobreviven 4 ollas que tienen como característica la de funcionar en casas de familia “atendidas por sus propios dueños” según nos dice Martín. Cada una prepara aproximadamente 300 viandas pero no funcionan todos los días: “una trabaja los miércoles y otras trabajan los fines de semana” aclara Rodríguez. Los integrantes de la red estiman que entre las 4 se preparan aproximadamente mil platos por semana contando meriendas y cenas. Durante los mediodías no se cocina porque en ese momento los organizadores estiman que la gente está buscándose la vida “juntando cartones o en las ferias barriales”. Según nos describe Rodríguez, dentro de los usuarios se encuentran diversas situaciones: “estamos hablando de trabajadores que hoy precisan de las ollas, trabajadores que no tienen seguro social, que viven de la changa día a día, que si llueve o hace frío no rescatan un mango. Mucha gente en situación de calle y adictos a la pasta base” comentó.
Actualmente la red de ollas del barrio Lavalleja se encuentra integrada a la Coordinadora Popular y Solidaria. Ollas por vida digna (CPS) nuclea unas 14 redes provenientes de la zona metropolitana de Montevideo, Canelones y San José. Esta coordinadora fue fundada el 9 de agosto de 2020 con 6 redes iniciales pero la propia situación social la llevó a un crecimiento exponencial y a dividirse en tres grupos temáticos para dialogar sobre: insumos y necesidades de las ollas, coyuntura económica y política del país y el marco organizativo para afrontar las necesidades. “Nunca pensamos que esta crisis iba a llegar a tanto tiempo, ni que íbamos a conformar una organización social como la CPS que hoy forma parte de la intersocial e iba a ser reconocida dentro del campo popular” explicó Martín.
El pasado 28 de agosto la CPS tuvo su segundo encuentro en donde dió un salto organizativo y resolvió, por un lado su integración a la intersocial convocada por la central de trabajadores Pit-Cnt y por otro la convocatoria a una marcha en apoyo a las ollas que tuvo lugar el pasado 11 de octubre y convocó a centenares de personas. Más allá de este crecimiento Martín Rodríguez afirma que según entiende “el mejor resultado es que la gente coma en su casa y no tenga que recurrir al apoyo de las ollas”.
Los insumos
A 9 meses de fundada la CPS, firmó un convenio con el Instituto Nacional de Alimentación (Inda). “Que un gobierno patrocine las ollas nos pareció medio extraño pero nosotros teníamos que recibir insumos porque ya estábamos quedando muy escasos ya que los primeros donantes eran los sindicatos, vecinos, almacenes del barrio y llegó un momento en que la gente no podía sostener más” dijo Rodiríguez.
Al tiempo de firmado, el convenio pasó al Ministerio de Desarrollo Social (Mides) cuando aún estaba encabezado por el Ministro Pablo Bartol. Fue entonces que comenzó a intermediar la Ong “Uruguay Adelante”. Por esos mismos tiempos se firmaron convenios con la Intendencia de Montevideo (IM) y con la Red de Alimentos Compartidos (Redalco), una ong que distribuye solidariamente frutas y verduras donadas por privados y provenientes del descarte de la UAM. También se firmaron acuerdos de diversas características con otros gobiernos departamentales.
En relación a los insumos Rodriguez enfatizó que siempre fueron insuficientes: “el 40% de nuestros insumos provienen del Mides, el 20% del Plan ABC de la IM y un restante de particulares y sindicatos.
Denuncian hostigamiento por parte del Mides
La CPS emitió este jueves un comunicado en donde denuncia que “viene sufriendo un hostigamiento permanente desde el Ministerio de Desarrollo Social”.
Los integrantes de la CPS dicen en el comunicado que la semana pasada, sin mediar aviso, se les comunicó que la ayuda en frutas y verduras provenientes de Redalco se iba a descontinuar luego de dos años de apoyo. “Nuevamente la falta de insumos clave, importantes para balancear la castigada dieta de miles de personas, sobre todo niños y niñas, pone en jaque la tarea de miles de personas en las Ollas y Merenderos populares” expresaron. El gobierno, luego de realizar una investigación, anunció que elevará a la justicia el caso al advertir número “inflados” de usuarios y ollas. Al respecto el comunicado señala que “el ministerio sigue haciendo referencia a supuestas ollas inexistentes sin nombrarlas, sin decir cuál es la fuente de tales afirmaciones y sobre qué base de datos son cotejadas”.
Los nucleados en la CPS afirman que “al Ministerio le fue dada y tiene en su poder una lista actualizada de todas las iniciativas que integran las Redes de la CPS pero sigue en su empeño de deslegitimar a la organización de las Ollas Populares”. Por otra parte aclaran que “la CPS no somos un intermediario sino que somos las mismas Ollas y Merenderos Populares organizados”.
Ante el señalamiento del gobierno de que la Coordinadora persigue fines políticos partidarios el comunicado de la CPS destaca que “jamás la CPS adhirió a ninguna organización política partidaria ni lo hará en el futuro, ya que está en nuestra definición la total autonomía e independencia política como movimiento”. El comunicado concluye diciendo: “Seguiremos con nuestra tarea sin ceder frente a los amedrentamientos estatales, mirando para adelante y confiando siempre en la solidaridad y en las vecinas y vecinos que nos ven poner el cuerpo en las ollas”.
