Mehran Karimi Nasseri, el hombre del aeropuerto

Mehran Karimi Nasseri fue un refugiado iraní que vivió en la sala del aeropuerto de París-Charles de Gaulle. El mismo inspiró “The Terminal”, película dirigida por Steven Spielberg.

Según fuentes aeroportuarias, este sábado falleció de muerte natural, en una de las terminales.

Nació en el campamento de la Compañía de petróleo anglo-iraní, situado en Masjed Soleyman. Su padre era un médico iraní que trabajaba para la compañía, y su madre era una enfermera escocesa que trabajaba en las mismas instalaciones. Llegó al Reino Unido en septiembre de 1973, con 31 años, para estudiar Estudios Yugoslavos en la Universidad de Bradford.

El 7 de octubre de 1980, su petición de asilo fue aceptada por el alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados en Bélgica. Nasseri vivió en Bélgica hasta 1986, cuando decidió mudarse al Reino Unido.

Afirma que fue asaltado y su bolsa fue robada mientras esperaba en el andén para ir al aeropuerto Charles de Gaulle a tomar un vuelo hacia Heathrow.​ Nasseri consiguió tomar el avión; pero, al llegar a Heathrow sin la documentación necesaria, los oficiales de Heathrow le mandaron de nuevo al Charles de Gaulle. 

Nasseri fue incapaz de probar su identidad o su condición de refugiado a los oficiales franceses, por lo que sería trasladado a la zona de espera, un espacio dedicado a los viajeros sin papeles.

Su caso fue tomado por el abogado de derechos humanos Christian Bourget y en 1992 un tribunal francés sentenció que Nasseri no podría ser expulsado de Francia porque había entrado al país legalmente como refugiado. Con todo, el tribunal no podía forzar al Estado francés a dar a Nasseri condición de refugiado o permiso de tránsito; así que Nasseri permaneció en estado irregular dentro del edificio de la terminal del aeropuerto.

El abogado Bourget instó al Gobierno belga a mandar los papeles originales de Nasseri. Sin embargo, los oficiales encargados de los refugiados se negaron a enviarle los papeles a Francia, aduciendo que Nasseri debía presentarse en persona para poder identificarle como el mismo hombre al que ellos habían mandado los papeles originales. 

Con la ley belga un refugiado que deja voluntariamente el país no está autorizado a volver, y por lo tanto el Gobierno belga no permitió a Nasseri viajar de vuelta a Bélgica a reclamar los papeles. En 1995 el Gobierno belga ofreció un trato a Nasseri, quien sería autorizado a viajar a Bélgica a recuperar sus papeles de refugiado si se quedaba a vivir en el país bajo la supervisión de un trabajador social. Nasseri se negó aduciendo que él no quería vivir en Bélgica, sino en el Reino Unido.

En 1999 el Gobierno francés otorgó a Nasseri un permiso temporal de residencia y un pasaporte de refugiado, dándole la oportunidad de vivir en Francia y permitiéndole finalmente dejar el aeropuerto. No obstante, Nasseri se negó a firmar los papeles necesarios, afirmando que estos no le reconocían correctamente. Su negación a firmar los papeles fue tal vez por culpa de su débil estado psicológico, pues había empezado a afirmar que no era iraní y que no era capaz de hablar persa. También había empezado a llamarse a sí mismo “Sir Alfred”. En algún momento había recibido una carta de las autoridades británicas que comenzaba de ese mismo modo, “Sir Alfred…”, y desde ese momento Nasseri afirmó que ese era su nombre oficial.

En 2003, la productora DreamWorks de Spielberg pagó 250.000 dólares a Nasseri por los derechos de su historia, pero finalmente no la utilizó en la película posterior, The Terminal.

A lo largo de los años Nasseri se había acostumbrado a su vida en la terminal del aeropuerto. El personal del aeropuerto a veces limpiaba su ropa para él y llegaron a donarle un sofá. Pasaba la mayor parte del día escuchando la radio, estudiando economía, leyendo libros y escribiendo su diario.

La estancia de Nasseri en el aeropuerto acabó en 2006, cuando fue hospitalizado y desmantelaron su asentamiento. Allí fue atendido por la rama local de la Cruz Roja francesa del aeropuerto Charles De Gaulle, y luego se le alojó en un hotel cercano durante unas semanas. El lunes 5 de marzo de 2007 se le trasladó al centro de acogida de Emaús en el distrito 20 de París, donde ha vivido desde entonces.

Pero curiosamente Nasseri murió en la terminal. Aún tenía encima varios miles de euros, indicó la fuente aeroportuaria, a pesar de que ya había gastado gran parte del dinero que había obtenido a raíz de la recreación cinematográfica.

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