Un 10% más transmisible aunque con una sintomatología similar al de otras variantes recientes. Este es uno de los principales titulares que se extraen del primer estudio sobre la subvariante XE, resultante de la combinación de la variante original de ómicron y la subvariante dominante ómicron sigilosa o silenciosa.
El estudio, elaborado por la la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) y en el que se han monitoreado 600 casos de pacientes afectados por la subvariante XE, certifica en esta fase preliminar de la investigación que el virus no muestra un comportamiento distinto a la de omicrón y omicrón silenciosa en cuanto a la sintomatología.
Tal y como ha precisado la asesora médica principal de UKHSA, Susan Hopkins, con la subvariante XE «de momento no hay evidencia suficiente para sacar conclusiones sobre la transmisibilidad, la gravedad o la efectividad de la vacuna». No obstante, «las variantes recombinantes no son una ocurrencia inusual. Al igual que con otros tipos de variantes, la mayoría morirá relativamente rápido».
Fiebre, tos, mucosidad, cansancio y dolor de cabeza son los síntomas más comunes de los pacientes afectados por la variante XE que se han registrado en el estudio. La conclusión es que, por lo general, son síntomas similares a los que han registrado los enfermos de la variante original de ómicron (BA.1) y la subvariante dominante BA.2 (ómicron silenciosa).
Igualmente, la duración de estos síntomas, que varia según el estado de vacunación, edad y el estado general de salud de cada afectado, es también semejante y no presenta cambios sustanciales.
