Ope Pasquet: «Nadie tiene que estar obligado a sufrir hasta morir»

El presidente de la Cámara de Representantes habló con Grupo R Multimedio sobre algunas conjeturas que rodean el proyecto de ley de Eutanasia.

El proyecto de ley para despenalizar la eutanasia, que nació de la unificación de los proyectos presentados por el diputado del Partido Colorado (PC) Ope Pasquet y el Frente Amplio (FA), continúa avanzando. La Cámara de Diputados lo aprobó este jueves 6 de octubre, después de un proceso de discusión que duró 18 horas, con 57 votos a favor sobre 96 posibles. La iniciativa, que pasó ahora al Senado para su tratamiento parlamentario, lleva dos años sobre la mesa y aunque varias encuestas arrojan que la mayoría de los ciudadanos uruguayos la prefieren, hay quienes tienen una clara postura en su contra. En este marco Grupo R Multimedio habló con el presidente de la Cámara de Representantes, Ope Pasquet.

El proyecto tomó vida cuando el contador Fernando Sureda, lo contactó porque tenía Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y no quería llegar hasta el final de la enfermedad, pero en Uruguay cualquier forma de ayuda que le podían brindar es delito. En medio de un país en campaña electoral, Pasquet asumió la responsabilidad de tratar el tema si presidía nuevamente en el Parlamento. Y así fue. El 11 de marzo de 2020 presentó el proyecto de ley: Eutanasia y suicidio médicamente asistido. Sureda falleció pero le hizo saber que «la presentación del proyecto lo dejó contento, porque aunque no le tocara a él, podría ayudar a otros tantos que pasaran por situaciones similares y quería que el proyecto llegara a buen fin».

Respecto a lo que significó el avance al siguiente paso, Pasquet expresó que sintieron «gran satisfacción porque se aprobó con un amplio respaldo político, con votos provenientes de varios partidos políticos». Dando la situación «razón a lo que dijimos desde el primer día», que «esto no es un tema partidario, sino que es una cuestión filosófica» y «esta aprobación muestra que predomina una filosofía respetuosa de la libertad y que se la concibe como un componente esencial de la dignidad humana. Esto me reconforta mucho y creo que esa es la base cultural y filosófica del Uruguay democrático y liberal», destacó.

Situaciones que la ley ampara

El énfasis del proyecto de ley de eutanasia lo ponen en el concepto de que «la libertad es parte esencial de la dignidad» y el diputado explica que «cuando uno escucha que se dice que la vida es digna independientemente de la voluntad de quien la vive y hay que respetar eso. En función de esas consideraciones relativas a la dignidad yo entiendo que cada uno debería de tener la libertad de disponer sobre su propia vida».

El artículo 2º del proyecto de ley aprobado por la Cámara de Diputados, establece las condiciones para la aplicación de la eutanasia. «Artículo 2°. (Derecho).- Toda persona mayor de edad, psíquicamente apta, que curse la etapa terminal de una patología incurable e irreversible, o que como consecuencia de patologías o condiciones de salud incurables e irreversibles padezca sufrimientos que le resulten insoportables, en todos los casos con grave y progresivo deterioro de su calidad de vida, tiene derecho a que a su pedido y por el procedimiento establecido en la presente ley, se le practique la eutanasia para que su muerte se produzca de manera indolora, apacible y respetuosa de su dignidad».

Ope Pasquet señala que «en estas situaciones, tenemos que reconocer que a veces la persona que quiere anticipar su muerte, necesita la ayuda de terceros, porque sola no puede». En ese sentido concluye que el proyecto apunta a que «si respetamos la libertad, tenemos que permitir que el que necesita la ayuda de terceros, pueda obtenerla».

«Si miramos con criterio humanitario, está plenamente justificado que en situaciones así se permita la ayuda médica para morir», sostuvo.

El proyecto de ley deroga un artículo del Código de Ética Médica

Una de las grandes interrogantes que surgieron cuando se planteó el proyecto de ley fue la participación médica, que se rige bajo un Código de Ética que en su interior habla específicamente de la eutanasia. En ese marco, el proyecto de ley sancionado expresa: «Artículo 9°. (Derogación).- Derógase el artículo 46 de la Ley N° 19.286, de 25 de setiembre de 2014», cuyo contenido señala: «La eutanasia activa entendida como la acción u omisión que acelera o causa la muerte de un paciente, es contraria a la ética de la profesión».

Consultado sobre este artículo Pasquet explicó que en el Parlamento «todo el tiempo estamos sancionando leyes que derogan otras» y entendió que «la polémica que existe siempre es si es conveniente o no, pero es perfectamente regulable desde el punto de vista constitucional y habitual en el trabajo parlamentario».

Respecto al carácter de obligatoriedad que la sociedad puede llegar a entender con esta derogación, informó que «al derogar el artículo, no decimos que el médico queda obligado a aplicar la eutanasia, el proyecto reconoce expresamente el derecho a oponer la objeción de consciencia, es decir, plantear que no quieren hacerlo porque van contra sus principios».

«Artículo 7° (Objeción de conciencia).- El médico y los demás integrantes del equipo asistencial cuyos servicios se requieran para el ejercicio del derecho regulado por la presente ley, podrán oponer válidamente la objeción de conciencia para negarse a prestarlos. En tal caso la institución de asistencia médica determinará quién o quiénes deban sustituir a el o a los objetores, garantizando siempre la prestación del servicio».

«Esto es libertad para todos, para el paciente que sufre y para el médico que puede negarse a realizarla», enmarcó. En tanto a la garantía de acceso a la eutanasia expresa: «Artículo 6o. (Deber de prestación de servicios).- Todas las instituciones que forman parte del Sistema Nacional Integrado de Salud deben poner a disposición de sus usuarios los servicios necesarios para el ejercicio del derecho regulado por la presente ley y sólo ellas, por intermedio de los médicos y equipos de salud que integren sus cuadros funcionales pueden prestarlos.

Las instituciones referidas en el inciso anterior cuyos estatutos contengan definiciones de carácter filosófico o religioso incompatibles con la práctica de la eutanasia, podrán acordar con otras instituciones del Sistema Nacional Integrado de Salud que estas se hagan cargo de la prestación del servicio a sus usuarios, dando noticia de ello al Ministerio de Salud Pública».

Proyecto de Ley sobre las normas inherentes a los «Cuidados Paliativos»

«Nadie tiene que estar obligado a sufrir hasta morir, tenemos que tratar de darle todos los medios para que supere el sufrimiento y los cuidados paliativos por supuesto», en ese marco expresó que estar a favor de la eutanasia como opción a la cual acceder no quiere decir que no lo estén de los cuidados paliativos, «queremos que se extiendan a todo el país y a todos los uruguayos que puedan necesitarlos. Pero eso no va en contra de la eutanasia, las dos alternativas tienen que estar disponibles para la persona».

«No hay escala objetivamente válida para el sufrimiento humano, cada cual siente a su manera, hay personas que sobrellevan las peores adversidades y hay quienes tienen menos resistencia y hay que respetar eso», aclaró.

El proyecto de cuidados paliativos lleva 10 meses en el senado y ante la conjetura de que si se aprueba eutanasia debería aprobarse cuidados paliativos, el diputado Ope Pasquet aclaró que «para que se desarrollen y extiendan los cuidados paliativos no se necesita mejorar el marco normativo», debido a que «ya hay leyes que prevén la asistencia de estos cuidados a si como hay disposiciones del Ministerio de Salud Pública (MSP), que ordena la prestación». En ese marco manifestó que «el ingrediente más importante que está faltando, es el dinero, para que ASSE pueda difundirlos en todo el país».

«No vayamos a creer que si no se completa el trámite de esta ley en el Senado, se tranca la difusión. La ley sirve para perfeccionar y aclarar dudas, pero con lo que ya hay se puede perfectamente llevar los cuidados paliativos a todo los rincones del país, en la medida que se le den a ASSE los fondos necesarios para hacerlo», concluyó.

Tradición de vanguardia

Así como en el mundo pocos países tienen despenalizada la eutanasia, en América Latina aún no hay un país con una ley que la legalice, significando que «al dar el paso demostramos que seguimos siendo fieles a una tradición nacional de vanguardia en temas humanitarios y de derechos humanos, que honra la mejor tradición del país», destacó Pasquet.

En ese sentido recordó que en 1907 se creó la primera ley de divorcio, volviéndose algo revolucionario en el mundo y en América y «hemos seguido la tradición», las mujeres votan desde el año 1938 y Uruguay tiene senadoras desde el año 1943, «hemos tenido una tradición de vanguardia de la cual podemos sentirnos legítimamente orgullosos y no se trata de estar a la vanguardia por novelería sino de estar a tono con los tiempos y reconocer los reclamos de la consciencia universal».

Manini y Sturla se alinean contra la eutanasia: “Avanza la cultura de la muerte”

Consultado por las palabras del senador Guido Manini y del arzobispo de Montevideo Daniel Sturla, Pasquet se mostró tranquilo gracias a su pensamiento de que la población «no se deja llevar por ese tipo de argumentos», y se justificó en las encuestas realizadas, cuyos resultados son una sociedad a favor de la eutanasia.

«Creo que hay una conciencia liberal en la sociedad uruguaya que se manifiesta. La sociedad concibe la vida como un derecho, no como una obligación, que haya que cumplir en cualquier circunstancia, aun a costo del sufrimiento extremo».

Aunque hay opiniones distintas, entiende que «lo más justo es que cada cual tome sus propias decisiones y el marco jurídico las habilite». Finalizando recordó que la eutanasia es voluntaria por definición, sino no sería eutanasia: «Nadie está en peligro de que se le aplique si no quiere, no se va a contrariar las voluntades. Están en su derecho de rechazarla pero no hay que condenar al resto de la población que no piensa igual a privarle ese derecho. Dejemos que cada cual, en la circunstancia que le toque vivir, tome la decisión que corresponda, es lo más justo que podemos hacer».

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