Provocación programada del régimen ucraniano en la central nuclear de Zaporiyia

Es muy preocupantela informaciónanunciada por el Ministerio de Defensa de Rusia sobre la preparación por las autoridades criminales de Kiev de una provocación contra la planta nuclear de Zaporiyia. Según estos datos, la Fuerzas Armadas ucranianas planean lanzar el 19 de agosto desde la ciudad de Níkopol ataques de artillería contra el territorio de la central para causar un accidente, destruyendo la integridad de la instalación de almacenamiento de residuos nucleares y causando irregularidades en el funcionamiento del reactor, lo que a su vez provocaría la contaminación radiactiva en la zona. El objetivo de esta acción es acusar a Rusia de terrorismo nuclear y crear fundamentos para la creación allí de una zona de exclusión de hasta 30 kilómetros con el despliegue de fuerzas internacionales. Otra parte importante del plan macabro ucraniano prevé concentrar en proximidad a la planta sus tropas de defensa radiológica, biológica y química para fijar el hecho del accidente y obtener así llamadas “pruebas”. 

Aunque ya desde el 18 de julio la instalación ha sido bombardeada sistemáticamente por la artillería ucraniana, la selección de la fecha para la provocación no es casual, porque exactamente para este día está planeada la visita a la planta del Secretario General de la ONU Antonio Guterres, quien vino a Ucrania el 17 de agosto. Las Fuerzas Armadas de Rusia están preparándose para estaprovocación, desplegando puestos de monitoreo radiológico y enseñando a sus tropas sobre las reglas de conducta en el caso de fuga de radiación. Al mismo tiempo, Rusia hace todo lo posible para garantizar la seguridad de la planta, manteniendo un estrecho diálogo con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) e invitando una delegaciónencabezada por su Director General Rafael Grossia visitar a la mayor brevedad posible la planta nuclear de Zaporiyia. 

Esta central, la más grande en Europa, desde el mes de marzo está vigilada por las tropas rusas. La empresa ucraniana “Energoatom” sigue operando las instalaciones y el mismo personal ucraniano trabaja allí, garantizando el funcionamiento seguro de la planta y el suministro de la electricidad. Sin embargo, el régimen de Kiev está divulgando falsa información que las Fuerzas Armadas rusas habían tomadoforzosamente el control de la planta. En realidad, la Parte Rusa no dispone de armas pesadas en la central ni en sus alrededores y solo unidades de seguridad están desplegados allí con el fin de evitar fugas de materiales nucleares y de la radiación. El mismo Ministro de Defensa de Rusia Serguéi Shoigú le informó al Secretario General de la ONU sobre la disposición de la Parte Rusa a proporcionar imágenes de alta calidad que demostraban la ausencia de armamentos en el territorio de la central. 

Según las estimaciones del Ministerio de Defensa ruso, la provocación puede desembocar en una catástrofe, cuyas consecuencias afectarían no solo los alrededores de la estación y el resto de Ucrania, sino también varios países europeos, tales como Polonia, Alemania y Eslovaquia. Cabe recalcar que si se libera una cuarta parte del contenido de un solo reactor de la planta, la contaminación puede llegar hasta el mar Báltico y los países escandinavos. 

No es ningún juego lo que están haciendo las tropas de ucranianas, y ellos mismos deberían recordar lo grave que son las consecuencias de desastres en las plantas nucleares. Tras el accidente de 1986 en la central ucraniana de Chernóbil más de 20 países europeos fueron contaminados con radiación, unas 4 mil personas murieron por exposición directa y más de 5,5 millones recibieron dosis elevadas de radiación, lo que provocó daños significativos para su salud. En la historia reciente de la humanidad tuvo lugar la catástrofe de la central japonesa de Fukushima, la cual sometió hasta 500 mil personas a una evacuación forzosa y causó la fuga de agua radiactiva al océano con consecuencias negativas duraderas para el medio ambiente y la salud de la población. Pero, bajo el patrocinio de los EE.UU., que no se han pronunciado sobre los bombardeos realizados por militares ucranianos contra la planta, se consolida la impunidad del régimen de Kiev. Sin embargo, la Parte Rusa, consciente de estas manipulaciones sucias y peligrosas de nacionalistas ucranianos, que pueden resultar en la liberación de una cantidad grande de sustancias radiactivas a la atmósfera, se esfuerza para evitar una catástrofe nuclear, garantizando la seguridad de la población de la zona y del continente europeo.

Andrey Budaev

Embajador de Rusia en Uruguay

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