El ex entrenador de Peñarol, Leo Ramos, decidió hablar una semana después de que la directiva del “carbonero” decidiera poner fin a su ciclo. El estratega, que solo dirigió por tres meses, expresó su “bronca” por la decisión y reconoció que “no lo esperaba”.
“Lo primero que se me dijo por parte del presidente fue que quería que termináramos juntos su mandato, por lo que firmamos contrato por un año y medio”, dijo en conversación con 100% Deporte de Sport 890. Luego añadió que “ellos (directivos) querían que sí o sí fuera a un año y medio. Ahí es donde me da más bronca», añadió.
“Me llamó la atención que me cesara a los tres meses, cuando el presidente decía que no echaba entrenadores. Más allá de que uno conociera al club, lleva un tiempo conocer a los jugadores, aunque uno los ve por televisión. Te lleva tiempo ver cuándo y cómo te rinden más y cambiar el entrenamiento de lo que venían haciendo. Los procesos largos son los que después te dan la razón”, añadió.
Ramos dijo que le causó sorpresa su despido, puesto que ya trabajaba para armar el plantel la próxima temporada. «Sabíamos que el torneo que viene íbamos a armar el plantel a nuestro gusto, sumado a los que me gustaban. Teníamos seis o siete jugadores por posición, priorizados del uno al seis», explicó.
“Si bien el resultado con La Luz era catastrófico, porque esa es la palabra, y todavía no lo puedo creer, siempre escuché que no echaban entrenadores porque no era el fusible principal y fue lo que más me dolió. No digo que estaba tranquilo, pero ya pensaba en lo que vendría para el año que viene”, reconoció.
“La vez anterior tomé un equipo que no había armado y cuando se me dio la posibilidad de armarlo fuimos campeones de punta a punta, descontándole 11 puntos a Nacional”, agregó.
