Con 3.738 casos según el último informe de la OMS y los dos primeros muertos registrados en Europa, España es el país más afectado del mundo, por delante de Estados Unidos (3.478).
El Ministerio de Sanidad ha confirmado en su boletín epidemiológico otra muerte por la viruela del mono en España. Es la segunda, tras notificar la primera el día de ayer. Ambas se han producido en “hombres jóvenes”, según Sanidad.
La Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana, donde se produjo ese primer deceso, informó de que la causa fue una encefalitis provocada por la infección. Asimismo, el segundo caso se ha producido en Andalucía por el mismo motivo.
Se trata de la tercera muerte conocida fuera de África a causa de este brote, que se detectó en mayo en Reino Unido. Además de España, la otra se produjo en Brasil, el fallecido era un hombre de 41 años que sufría una enfermedad oncológica. A estas tres defunciones hay que sumar otras cinco que la Organización Mundial de la Salud (OMS) contabilizó el miércoles en África.
En su último informe, el Ministerio de Sanidad español dijo que se había confirmado 4.298 casos en el país. De los 3.750 pacientes de los que tenía información, dijo que 120 han sido hospitalizados, lo que representa el 3,2% y uno ha fallecido, sin dar más detalles.
Un contagio extraño
Esta enfermedad se ha relacionado desde el inicio con el colectivo homosexual, pero este paciente ha publicado todo un discurso en contra de este estigma
«No, no he participado en ninguna fiesta sexual como dice la OMS, ni me he hecho un tatuaje», así empieza su relato un usuario de Twitter que acaba de contraer la viruela del mono. En su perfil ha hecho todo un alegato en contra de la estigmatización y los prejuicios que se están extendiendo sobre esta enfermedad. Para eso, cuenta cómo se ha contagiado: «Van a enloquecer cuando sepan cómo lo he agarrado».
@mei-rito narra cómo empezó a sentirse mal tras estar en contacto con un vendedor de artículos usados, a quién compró un monopatin. El joven ha señalado que la compra “fue genial” y que el vendedor era “un tipo bastante simpático” que le explicó el funcionamiento de la patineta y le dejó probarlo “durante quince minutos”. Preocupado por los síntomas, se hizo un test para descartar la enfermedad que a cualquiera le vendría a la mente. Pero, tras negativo en coronavirus, volvió a contactar con el vendedor.
Ambos presentaban el mismo cuadro, y él había dado positivo en viruela del mono. Con ello, este usuario de Twitter decidió acudir al médico donde, tras dar positivo, le contaron cómo podía haberse contagiado.
Y es que el artículo de segunda mano que había adquirido era un patinete eléctrico. Esto es lo que le dijeron en urgencias: «El contagio más probable según me dicen, dado que mi vida sexual no ha sufrido variaciones, es que el virus acabara en mis mucosas tras impregnarme de él en las empuñaduras de la patineta». «Aún estoy alucinando con lo rocambolesco de toda la historia. Les recomiendo precaución, no se trata de una enfermedad de gays como dice la OMS, lo agarras comprando un artículo usado. Reciclen esos geles desinfectantes tan populares, pueden ser clave para vuestra salud» agregó.
