El Sindicato Único de Repartidores (Sinurep) nuclea a cerca de 400 de los 15.000 trabajadores que se estima que hay en el sector y que trabajan en motocicletas, bicicletas o triciclos. El mismo se conforma de los trabajadores contratados directamente por las casas de comida y las farmacias, los pertenecientes a las cadeterías y los de las aplicaciones, entre los que se encuentran unos 4.000 repartidores que en su mayoría se encuentran en Montevideo, dado que en el interior es prácticamente nula su existencia.
“El promedio que saca un trabajador de una casa de comida o una farmacia es entre 30.000 y 35.000 pesos nominales. Después están los que trabajan para cadetería que también andan en ese dinero, pero la diferencia es que trabajan para una empresa tercerizada. Los que trabajan en las aplicaciones son casi todos en empresas unipersonales. Entonces, el sueldo es un poco mayor, pero tienen que pagarse su empresa y alguna cosa más. En casi todos los casos, los trabajadores tienen que costearse el vehículo. Son muy pocos los casos en los que no tienen que costeárselo”, indicó el presidente del sindicato, Andrés Palermo, en diálogo con Diario La R.
Con respecto a la informalidad que hay en el sector, señaló que se encuentra entre el 70 y el 80 por ciento, una cifra extremadamente alta. “Cuando hablamos de informalidad, por ejemplo, podemos decir que se trabajan ocho horas y se aportan por menos, o se trabajan cinco días a la semana y se aportan por dos, o en realidad directamente no aportan por nada.Eso es puntualmente lo que pasa cuando se trabaja para la empresa o es para una cadetería”, dijo.
En tanto, comentó que en el caso de las aplicaciones lo que sucede es que en la mayoría de los casos lo que se sucede es que “alquilan las cuentas”. “Eso también genera informalidad porque el que aporta es el dueño de la cuenta, pero la persona que trabaja para esa cuenta no genera nada. Si esa persona tiene un accidente o algo ni siquiera figura. Entonces, eso es lo que ha generado un poco las aplicaciones de informalidad”, sostuvo.
¿A qué se refiere con que “alquilan las cuentas”?
Por ejemplo: Yo tengo una cuenta a mi nombre, se la alquilo a una persona y le cobro un porcentaje por semana de lo genera. Entonces, esa persona trabaja mi cuenta con mi nombre y yo lo único que cobro es un porcentaje de lo que esa persona factura.
¿Cuáles son sus reclamamos para regularizar su trabajo?
Primero queremos que el trabajo sea formal en todos los aspectos, que se termine eso del alquiler de las cuentas, que se les dé la posibilidad a aquellas personas que tienen la cuenta alquilada de tener una cuenta propia y poder trabajar con esa cuenta y no con la cuenta de otro. También, el tema de que el salario sea un poco más alto. Para eso se debe tener en cuenta que todos los gastos que tiene un trabajador -de su vehículo o de lo que fuese-corren todo por cuenta del trabajador.
El generar más ingresos va a permitir bajar la alta siniestralidad que tenemos actualmente. De cada 10 accidentes que hay en la calle, ocho son con motos y entre seis y siete son repartidores. Desde el sindicato creemos que el generar la formalidad del sector y un dinero más importante va a permitir que los trabajadores no tengan que correr tanto para poder llegar a hacer un sueldo digno.
¿Qué posición tienen con respecto al proyecto de ley que fue presentado por la comuna capitalina a la Junta Departamental para regularizar su sector?
Nosotros entendemos que lo que está faltándole es la practicidad, es la persona que realiza el trabajo para decirle realmente las cosas que son inviables a la hora de salir a controlar. No ponemos en duda de que sea con la mejor intención que lo hacen, pero vemos que hay cosas que son muy inviables.
Por ejemplo: el proyecto dice que van a sancionar a la empresa. Los trabajadores de PedidosYa puntualmenteson empresas unipersonales. Entonces, ¿a qué empresa van a multar? Porque si contrató un servicio lo primero que va a decir es no tienen empleados, son empresas, o van a trasladar la multa a los trabajadores.
Otra parte del decreto dice que no puede haber más de tres personas arriba de la vereda, no motos, sino personas. Un día de un Gran Día en un McDonald’s cualquiera fácil hay 30 personas a la espera de los pedidos. Entonces, ese día, ¿qué se va a hacer? ¿Se va a ejecutar a los trabajadores?
Cada vez que sale un proyecto lo que nosotros notamos es que siempre se le pega al trabajador, nunca es para solucionar o para mejorar. Eso es lo que está mal.
¿Creen que se podría extender este proyecto con las modificaciones pertinentes a los restantes departamentos o hacerse nacional?
Se debería, porque se le tendría que exigir a las empresas el tener a los trabajadores con las condiciones normales. Un trabajador repartidor es un trabajador, no tiene otro nombre. Podrá ser empresa o lo que fuese, pero es trabajador. Entonces, debería tener las condiciones de un trabajador: baño, lugar para descansar, lugar donde refugiarse cuando llueve, en caso de que haya una tormenta fuerte no tener que salir; las cosas normales.
¿Qué sucede en los casos en que, lamentablemente, un repartidor tiene un accidente?
Cuando son empresas unipersonales y están trabajándolas ellos de última tienen la mutualista que lo va a asistir, pero cuando la persona ni siquiera está como dueña de la cuenta no tiene nada; pierde su vehículo, si queda en cama no tiene como recuperar dinero, no hay nada.La realidad es que no hay nadie que se preocupe a la hora de decir busquemos algo que cubra al trabajador.
Las empresas que están hoy en el mercado de aplicaciones dicen que los trabajadores no son dependientes, pero los sancionan, los sacan del ranking, les hacen un montón de cosas, salen con las camisetas de ellos haciéndoles propaganda. Entonces, te dicen que no son dependientes, pero hacen todas las tareas de un dependiente. Ese es el tema. No hay nadie que se preocupe de legislar eso.
