Sudáfrica 2010: el regreso de la Celeste al primer mundo

Una nueva generación devolvió a Uruguay a los primeros planos, iniciando un ciclo favorable que se extiende hasta estos días.

Sudáfrica 2010 fue el Mundial en el que Uruguay dejó en el olvido las permanentes peleas internas y los fracasos, para iniciar una nueva etapa favorable, volviendo a los primeros planos del fútbol mundial.

La selección que orientó el maestro Tabárez en la Copa del Mundo 2010 llegó a la cita con varios años de trabajo. Empezó a disputar amistosos en mayo de 2006 y en esas primeras convocatorias ya figuraban ocho de los 23 futbolistas que cuatro años más tarde terminarían yendo al Mundial de Sudáfrica. Para la Copa América 2007 en la lista de 22 jugadores el maestro llevó a once jugadores que tres años más tarde integrarían la nómina para el Mundial: Castillo, Lugano, Godín, Scotti, Fucile, Maxi Pereira, Diego Pérez, Gargano, Nacho González, Forlán y Abreu. 

Luego, durante 2007 debutó Cáceres y en 2008 Martín Silva, Cavani, Eguren, “Palito” Pereira; en 2009 el “Flaco” Fernández, y el último de los 23 en ser citado por primera vez fue Lodeiro.

La Eliminatoria transcurrió con bastante tranquilidad. No hubo peleas entre jugadores, ni de futbolistas con técnicos o con dirigentes, y tampoco con la prensa. Reinó una paz poco habitual durante ese proceso. 

Al igual que en 2001 y 2005, Uruguay finalizó 5° y debió definir el último pasaje disponible en repechaje, ante Costa Rica. 

El primer encuentro se saldó con victoria 1-0 y la revancha, en el Centenario, finalizó 1-1. 

Luego de clasificar, la selección solo disputó dos amistosos, ante Suiza y en el Centenario ante Israel, que sirvió como despedida.

La ciudad de Kimberley quedó fuera de la lista de doce sedes del Mundial de Sudáfrica, pero fue elegida como lugar de concentración.

Kimberley fue el lugar ideal que encontró el cuerpo técnico luego de recorrer varias ciudades y posibles lugares para alojamiento.

El Grupo A del Mundial 2010 fue considerado como el más parejo, o “el de la muerte”. La presencia del anfitrión junto con Francia que era el actual subcampeón, más Uruguay y México hacían que la serie resultara de pronóstico reservado.

El rival celeste en el debut de Sudáfrica 2010 era Francia. 

Tabárez alineó a Muslera; Lugano, Victorino y Godín; Maxi Pereira y Palito Pereira con Arévalo Ríos y el Ruso Pérez en el medio; Nacho González de enganche; Suárez y Forlán arriba.

Terminó 0-0.

Con un punto cada uno quedaban los cuatro participantes del “grupo de la muerte”, ya que el día anterior también hubo empate entre Sudáfrica y México.

El anfitrión era el siguiente rival. Uruguay ganó 3-0 y dejó a la selección anfitriona al borde de la eliminación.

Tabárez cambió el esquema dando ingreso a Fucile por Victorino y pasando así a jugar con línea de cuatro. La otra variante fue la de Cavani por Nacho González, abandonando la idea de jugar con un enganche. 

Iban 24’ cuando Forlán mandó la primera Jabulani adentro de un arco rival. Y a los 31’ del segundo tiempo, penal para Uruguay. El arquero derribó a Suárez y además se marchó expulsado. Forlán definió igual que en Quito, cuando en la penúltima fecha de la Eliminatoria le tocó rematar un penal en el minuto 93: fuerte y arriba. Y a los 50’ Palito Pereira entró para mover su cabeza hacia abajo y convertir el 3-0.

Como pocas veces, Uruguay jugaba el último partido de su grupo teniendo asegurada su clasificación en un 95%. Solo podría quedar eliminado si perdía con México 1-0 y si Francia le hacía cuatro goles a Sudáfrica, o si la Celeste perdía 2-0 y Francia ganaba 3-0.

Ganó Uruguay con gol de Suárez de cabeza tras recibir un pase de Cavani y evitó así cruzarse con la Argentina que había ganado con facilidad los partidos de su serie ante Nigeria y Corea.

Su siguiente rival era Corea y en caso de sortear ese escollo se cruzaría en cuartos con el vencedor de Ghana-Estados Unidos. No había ninguna potencia en el camino hacia las semifinales.

Claro que para Uruguay no hay rival fácil y así quedó demostrado, primero con Corea.

Tabárez mantuvo el 4-4-2, retornando Godín (salió Victorino) y manteniéndose los diez restantes.

El Grupo de Estudios Técnicos de FIFA redactó el siguiente informe sobre la sufrida victoria de Uruguay por 2-1:

Uruguay se adelantó ya en el minuto 8 por intermedio de Suárez (9). La recuperación por Forlán (10) de un balón que parecía perdido y una falla defensiva de Corea condujeron a este gol madrugador. A continuación, el conjunto coreano intentó someter a presión a la defensa sudamericana mediante un agresivo y temprano acoso, buscando la paridad, la cual consiguió en el minuto 68 con potente cabezazo de Lee Chung Yong (17) luego de un tiro libre. Acto seguido, la selección coreana se rezagó ligeramente, en espera de oportunidades de contraataque, táctica que no rindió frutos, por cuanto la Celeste aumentó progresivamente la presión en busca de la victoria. Diez minutos antes de la conclusión, Suárez anotaba su segundo tanto decisivo, dejando a los asiáticos sin poder de reacción.

Uruguay estaba en cuartos de final y su rival sería Ghana.

Mucho luchó la FIFA por el desarrollo del fútbol africano y tantas esperanzas tenían depositadas en esta Copa del Mundo disputada en ese continente. Pero los resultados venían siendo decepcionantes.

Al fracaso de la anfitriona Sudáfrica, eliminada en la ronda inicial, se sumaban las penosas actuaciones de Nigeria, Camerún y Argelia. Y también Costa de Marfil, que solo pudo ganarle a Corea del Norte.

Ghana era la única esperanza africana que seguía peleando en el Mundial, tras superar la serie siendo 2° de Alemania y dejando atrás a Serbia y Australia, y luego a Estados Unidos en octavos de final.

Tabárez mantuvo el esquema de siempre y casi la misma oncena, eligiendo esta vez al Flaco Fernández en lugar de Palito. Además, ante una nueva lesión de Godín volvió Victorino.

A los 20’ el portugués Benquerença le mostró amarilla a Fucile, que ya arrastraba una, por lo que quedaba suspendido para la semifinal.

Durante el primer tiempo se lesionó Lugano. Un gol de Muntari antes de ir al descanso complicaba aún más el panorama. 

El empate llegó rápidamente, a los 10’ del complemento cuando Forlán de tiro libre metió un derechazo que descolocó al arquero.

Se consumieron los 90’ y luego 29’ de alargue sin que se quebrara el 1-1. Hasta que en el minuto 119 llegaría la jugada más emocionante de este partido, de todo el torneo y una de las más dramáticas en la historia de los Mundiales.

Se ejecutó una pelota quieta a favor de Ghana y tras una serie interminable de rebotes la pelota se metía pero Suárez reaccionó como arquero y evitó la derrota. El árbitro no dudó y cobró el penal. 

Asamoah Gyan era el encargado de ejecutar el penal. Con ese remate se terminaba el partido según había determinado el árbitro. Gyan había rematado dos penales: ante Serbia en el minuto 85, dándole el triunfo por 1-0 a su equipo en el debut; y ante Australia marcó el empate a los 25’.

Esta vez decidió pegarle al medio, arriba, pero se le fue más arriba de lo calculado. La pelota dio en el horizontal y se fue hacia el cielo.

Después de varios minutos de excitación, Tabárez reunió a sus muchachos quienes formaron un círculo humano quedando el entrenador en el centro. 

La definición desde el punto blanco fue iniciada por Uruguay. Forlán remató y fue gol. Llegó el turno de Gyan. ¿Otra vez él? ¿Cómo estaría anímicamente para este nuevo desafío? Pues la metió bien arriba contra el palo. Uno a uno. Victorino, gol. Appiah gol. Scotti gol. Tiró Mensah y Muslera se lo atajó. Maxi Pereira se afirmó tanto que la mandó dos metros por arriba del travesaño. Tiró Adiyiah y atajó Muslera. Uruguay ganaba 3-2 y quedaba un remate para cada uno. 

Abreu había pedido el quinto penal. Era su turno. Si convertí se terminaba la serie y ganaba Uruguay.

Tras el tercer penal, Abreu preguntó: “Se tira antes ¿no? Siempre se tira antes y a la derecha ¿no?” y los muchachos le respondían que sí. Luego del cuarto, insistió: “El arquero siempre se tira antes de patear y va a la derecha ¿vieron? ¿Se tiró en todos antes? ¿eh?” y Fucile le contestó “¡sí, Loco, déjate de joder!”. Los muchachos estaban híper nerviosos y Abreu molestaba con sus preguntas. Pero algunos se percataron del motivo por el cual insistía tanto con esa pregunta. “Yo sabía que la iba a picar” confesaron varios. Pues la picó, el arquero se la jugó hacia su derecha, como en todos los remates, y quedó mirando hacia arriba, desconcertado, viendo como ese “globito” se metía lentamente en su arco.

Abreu es un tipo tocado por la varita mágica. En su extensa trayectoria ha sido protagonista de varios goles decisivos, pero esta picadita ante Ghana lo convirtió en héroe de la Celeste, además de ganarse la fama y los elogios de todo el planeta.

Uruguay volvía a pisar una semifinal de Copa del Mundo después de 40 años. El rival era Holanda, que en lo previo figuraba entre los candidatos a quedarse con el título.

Uruguay sufría tres bajas, a cuál de ellas más importante: Lugano lesionado, Fucile y Suárez suspendidos. 

Por entonces, Suárez era bien conocido por los holandeses pues jugaba en ese país desde 2006. Era la gran figura del Ajax y en la última temporada, que culminó en mayo 2010, previo al Mundial, fue goleador del torneo con 35 goles y premiado como el mejor futbolista del año.

La baja de Lugano fue resuelta con el regreso de Godín. Por Fucile, entró Cáceres.

Además, Tabárez excluyó a Fernández y reforzó el medio con Gargano y Palito Pereira, quedando Forlán (capitán del equipo) de enganche y Cavani como único punta.

Uruguay perdió 3-2 pero salió con el honor intacto. Supo sobreponerse al gol de apertura de los holandeses, y sobre el final, logró el descuento poniéndole un toque de dramatismo a las últimas jugadas.

Holanda podrá haber sido superior pero eso no quita que el arbitraje favoreció a los naranjas en pequeños detalles que terminarían siendo decisivos, pues las incidencias en las que fallaron concluyeron con un gol holandés.

La FIFA designó para este encuentro al uzbeko Irmatov. 

En el primer gol, antes de que el capitán Van Bronckhorst rematara, hubo un claro foul sobre Gargano. 

A los 18’ fue el 1-0 en esa jugada donde hubo foul a Gargano; a los 41’ empató Forlán. En el segundo tiempo, a los 25’ Sjneider y a los 28’ Robben dejaron casi liquidado el asunto definiendo en dudosa posición. A puro coraje y con mucho orgullo Uruguay metió a Holanda en su campo y así cayó el descuento de Maxi Pereira, ya pasada la hora. Movieron del medio y aún quedaba tiempo para mandar algún pelotazo al área, buscando el milagro.

Pero no ocurrió.

Quedaba entonces el partido por el tercer puesto, ante Alemania. 

El informe oficial de FIFA analizó el partido de esta forma:

Uruguay y Alemania demostraron que el partido por el tercer puesto tiene absoluta justificación. Bajo una lluvia torrencial en Port Elizabeth, ambas escuadras salieron con ambición y fútbol espectacular, un auténtico toma y daca sin restricciones tácticas. Luego de 1934, 1970 y 2006, la selección alemana ganó por cuarta vez la “pequeña final”. No obstante, el triunfo fue una durísima labor. El gol de ventaja de Müller (quinto tanto) en el minuto 19, luego de un corto despeje de Muslera, fue igualado diez minutos más tarde por Cavani tras un perfecto pase en profundidad de Suárez y, pocos minutos luego de la pausa, Forlán adelantaba a Uruguay con una volea de película, tras centro de Arévalo. Alemania reaccionó inmediatamente: en el minuto 56, Boateng centró sobre Jansen, quien anotaba el empate temporal. El gol decisivo se dio en el minuto 82, cuando Khedira introdujo de cabeza un saque de esquina de Özil en las mallas uruguayas, decretando la victoria alemana. Uruguay no tuvo fortuna cuando un tiro libre de Forlán chocó en el travesaño en el último segundo de juego.

Si esa pelota hubiera entrado, Forlán terminaba como máximo goleador del torneo con 6 tantos, contra 5 de Müller, David Villa y Sneijder. Al quedar los cuatro igualados en 5, FIFA otorgó el premio Bota de Oro al alemán Müller, pues totalizó 3 asistencias de gol en el torneo contra una de Forlán, Villa y Sneijder.

Pero Diego recibiría el premio más importante: el Balón de Oro como el mejor futbolista de la Copa del Mundo 2010. Este galardón, impuesto desde la edición de España ’82, es común que se lo lleve uno de los actores de la gran final. 

La premiación a Forlán generó críticas de varios sectores de la prensa internacional, fundamentalmente de España, pues entendían que el Balón de Oro debía ser para Iniesta, Xavi o Villa, uno de los campeones. Pero en la votación quedó 2° Sneijder y 3° Villa. Así, Forlán se convirtió en el primer uruguayo en ganar este premio, sumándose a la lista de los elegidos junto a Paolo Rossi (1982), Maradona (1986), Schillaci (1990), Romario (1994), Ronaldo (1998), Kahn (2002) y Zidane (2006).

La página oficial de FIFA destacó que Forlán ganó el premio “por su sensacional desempeño en las filas de la gran revelación, Uruguay. Los pupilos de Óscar Tabárez regresaron a las semifinales por primera vez en 40 años. Sus armas para ello fueron su tradicional garra y el acierto ante la meta contraria de los delanteros Luis Suárez y Forlán, quien posiblemente haya dominado mejor que nadie el Jabulani”.

La de Sudáfrica 2010 no parecía una selección uruguaya. Nadie se peleó con nadie; no hubo escándalos por la presencia de empresarios; ni problemas entre el técnico o algún jugador; tampoco entre los futbolistas y los medios de prensa; ni el más mínimo conflicto con los dirigentes; no hubo actos de indisciplina ni divisiones internas dentro del plantel. 

Históricamente han sido comunes los problemas extra futbolísticos en las selecciones uruguayas que participaron en los Mundiales. 

A partir de este Mundial, con esta nueva generación de jugadores, la Selección comenzaría a transitar otros caminos, tuteándose seguidamente con las máximas potencias y estando siempre en la consideración internacional.

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