Este martes habían comenzado las excavaciones detrás del excentro clandestino de detención y tortura conocido como 300 Carlos. Se trata de un galpón del Servicio de Material y Armamento del Ejército (SMA) junto al Batallón 13.
Al comenzar las tareas una pala de la excavadora rompió un cable de alta tensión, informó el ministro Javier García en el programa Arriba Gente de Canal 10.
“Una pala de la excavadora rompió un cable de alta tensión o un cable importante y se quedó sin energía eléctrica para prácticamente toda el área o buen aparte del área del servicio intendencia, el servicio material armamento de las áreas militares que están allí», señaló el ministro.
Personal de una empresa privada y de UTE repararon la ruptura y se inicia un proceso para restablecer el servicio.
Nueva información
“Los antropólogos llegan cuando la información da mérito para que ellos intervengan y esta información llega de la investigación” afirmó la Doctora Mariana Mota al explicar el reinicio de excavaciones en la columna de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo. Hubo un testimonio nuevo que permitió triangular esa área, señaló en tanto Wilder Tayler, director de la Institución de DDHH, sobre este nuevo intento de dar con restos de detenidos desaparecidos. Se estima que por el centro clandestino de detención y tortura 300 Carlas pasaron unas 500 personas, y entre ellas, ocho continúan desaparecidas.
Se trata de un amplio predio lindero a la Gruta de Lourdes, donde ya se han hecho procedimientos, aunque no en el área que se excava ahora. La Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH) responsable de estas tareas, explicó en un comunicado que “el interés en este predio surge a partir de la comparación de la información existente y de nuevos testimonios surgidos en el proceso de investigación que conduce la INDDHH en aplicación de la Ley 19.882”, que le encarga las tareas de búsqueda a la institución.
La antropóloga Alicia Luziardo, referente del Grupo de Investigación de Antropología Forense que trabaja en el lugar, explicó a Informativo Uruguay que los relevamientos efectuados en el terreno y especialmente, la comparación de fotografías aéreas del lugar, permitieron establecer un espacio acotado donde trabajar.
Además, existen testimonios de personas que trabajaron en el lugar que describieron determinados movimientos en el área que pueden sugerir que allí hubo enterramientos.
“Lo que no sabemos es la profundidad a la que debemos excavar, pueden ser 80 centímetros o tres metros”, describió Luziardo.
Está previsto que el trabajo de los equipos antropólogos se desarrolle durante dos meses.
