Temperaturas récord y anómalas, sequías e incendios… julio de 2022, uno de los más cálidos de la historia

El mundo experimentó el mes pasado temperaturas récord, pero también anómalas: mientras en Europa y Estados Unidos se batían los registros por la parte alta del termómetro y ardían los bosques, en el Cuerno de África, el sur de la India, gran parte de Asia central y Australia registraron temperaturas inferiores a la media.

En medio del calor extremo, la sequía y los incendios forestales, muchas partes del mundo acababan de experimentar uno de los tres julios más cálidos registrados, dijo ayer la Organización Metereológica Mundial. Las temperaturas en gran parte de Europa estuvieron cerca de 0,4 grados centígrados por encima del promedio de los años 1991-2020. Debido a una intensa ola de calor a mediados de julio, las regiones del suroeste y el oeste de Europa fueron las regiones más altas del promedio.

“Esto a pesar de que el evento de la Niña pretende tener una influencia refrescante”, explicó la portavoz de la Organización, Claire Nullis. «Vimos esto en algunos lugares, pero no a nivel mundial», agregó. Nullis explicó que el de 2002 fue «uno de los tres julios registrados como más cálidos; un poco por debajo del que se vivió en 2019 y algo más cálido que el 2016, aunque la diferencia es demasiado estrecha para poder determinarla”.

Temperaturas récord

Portugal, el oeste de Francia e Irlanda rompieron récords, mientras que el Reino Unido alcanzó por primera vez en su historia conocida los 40 grados. Gales y Escocia también batieron récords nacionales de temperaturas máximas diarias.

España a su vez registró su mes de julio más cálido, con una temperatura nacional promedio de 25,6 grados y una ola de calor que fue desde el 8 de julio hasta al 26, siendo esta la ola de calor registrada más intensa y duradera. Usando datos del Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Comisión Europea, la agencia meteorológica de la ONU confirmó que Europa tuvo su sexto julio más cálido. El calor se desplazó hacia el norte y el este, marcando temperaturas muy elevadas en otros países, como Alemania y partes de Escandinavia, con récords locales de julio y de todos los tiempos en varias localidades de Suecia.

Anomalías de temperatura

Al mismo tiempo, desde el Cuerno de África hasta el sur de la India, y gran parte de Asia central hasta la mayor parte de Australia experimentaron temperaturas inferiores a la media. También dominaban esas temperaturas una franja de territorio que se extendía desde Islandia, pasando por Escandinavia y los países bálticos, hasta el Mar Caspio. Además, las temperaturas en Georgia y gran parte de Turquía estuvieron generalmente por debajo del promedio.

El hielo polar se encoge

Julio también vio el hielo marino antártico registrado como más bajo de la historia registrada, puesto que se encontró un 7% por debajo del promedio. El hielo del Mar Ártico estuvo un 4% por debajo del promedio, ubicándose en el puesto 12 de entre todos los meses de julio, según los registros satelitales. Los glaciares han visto un “verano brutal, brutal”, continuó Nullis.

«Según informan los servicios meteorológicos, empezamos con escasa acumulación de nieve en los glaciares de los Alpes, y ahora tenemos las sucesivas olas de calor. Son malas noticias para los glaciares de Europa. Sin embargo, el panorama para los glaciares de Groenlandia es más variado, ya que no ha habido un calor incesante». En medio del calor, el pasado 18 de junio el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas, dijo en una conferencia de prensa que “este tipo de olas de calor son la nueva normalidad”.

«Las olas de calor se están haciendo más comunes a causa del cambio climático», dijo Petteri Taalas que, usando una analogía deportiva, explicó que hemos dopado a la atmósfera inyectando más gases de efecto invernadero, sobre todo dióxido de carbono, por lo que el calentamiento y otras tendencias “continuarán al menos hasta 2060, independientemente del éxito o no a la hora de mitigar el cambio climático».

“En el futuro este tipo de olas de calor serán normales y veremos extremos aún más fuertes. Hemos lanzado tanto dióxido de carbono a la atmósfera que la tendencia negativa continuará en las próximas décadas y de momento no hemos sido capaces de reducir nuestras emisiones mundiales”, subrayó el experto en una rueda de prensa para analizar la actual ola de calor en Europa, celebrada junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Efectos sobre la salud

Taalas recordó que en 2003 una ola de calor dejó 75.000 muertos en Europa y destacó que, aunque ahora hay mejores medios de adaptación, la Organización espera un aumento en las muertes entre las personas mayores y con condiciones previas.

Sobre cómo nos afecta medicamente a los seres humanos, habló también en la rueda de prensa la doctora María Neira, de la Organización Mundial de la Salud, quien señaló que las olas de calor suponen un desafío ya que cuando la temperatura llega a 41 grados es algo excepcional y el cuerpo tiene que luchar por mantener estable la temperatura interna.

Esa lucha genera a su vez fatiga, golpes de calor, hipertensión, hipertermia y un cambio de comportamiento, agravado por la falta de descanso nocturno, que afecta incluso la salud mental.

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