Las temporadas del circuito de la ATP pasan por diferentes momentos o superficies durante el año con colores que las caracterizan, el cemento australiano y los primeros Masters 1000, de color celeste oscuro, casi azul en enero, febrero y marzo, el polvo de ladrillo, clay o tierra batida, de abril, mayo y junio, de color naranja, hasta que llegamos a la segunda parte de junio, donde comienza la temporada de pasto, hierba o césped, según usted prefiera, donde el color dominante muta del naranja al verde .
Sin dudas es la parte mas bella desde el punto de vista estético, con canchas de tenis que los primeros días de los torneos lucen impecables, parecen greenes de golf, y que lentamente se van gastando hasta llegar a las finales de cada certamen pareciendo mas una cancha de futbol que de tenis, toda pisoteada y con áreas mucho mas gastadas que otras.
En ese sentido, cabe recordar que años atrás, no tantos, digamos 25 años antes, el pasto en tenis era sinónimo de saque y volea, cuando Pistol Pete Sampras dominaba en la Catedral del Tenis, Wimbledon, ganando 7 títulos en Londres .
La cosa empezó a cambiar cuando los ingleses cambiaron el tipo de césped y lo cortaron un poco mas largo, enlentecieron la cancha y ya se pudo ganar Wimbledon desde la base, como Agassi, Hewitt o el mismo Rafa Nadal . Antes la parte con mas desgaste del court era la cercana a la red, desde la línea de saque para adelante, hoy esa parte luce impecable hasta el fin de los torneos, y mas los que son de 1 semana y al mejor de 3 sets, lo que da lastima ya al tercer o cuarto dia de competencia es la parte inmediata posterior a la línea de base, destruida por el tipo de juego y la longitud de los puntos, ganados después de largos peloteos desde el fondo de la cancha. ¿Saque y volea? ya no mas, no quedan jugadores de gran juego en la red y cada vez ver eso será muuuuy raro .
Como les decía entonces, amigos, estamos en el principio de la parte verde del 2022, y ya se dio una historia de las que me gustan, con final feliz, y prueba de que la frase esa que dice que en el tenis de hoy cualquiera le gana a cualquiera no es un montón de letras juntas, sino la pura verdad .
Se las cuento: había una vez un ignoto jugador holandés, 205 de la ATP, que nunca había ganado siquiera 1 partido ATP, quien fue invitado al Libema Open, en Holanda, ahora se dice Países Bajos, yo le sigo diciendo Holanda.
Ese jugador se llama Tim Van Rijthoven, tiene 25 años (o sea que no es un juvenil que exploto ayer) y no participaba de un certamen del circuito desde 2016, cuando como Lucky Looser (perdedor afortunado que perdió en la Qualy y por alguna deserción ingresa al cuadro principal ) perdió en primera ronda .
Desde ese entonces jugo basicamente Challengers, o sea la segunda categoría dela ATP, y Futures, la tercera categoría.
Como era local, la organización lo invito al torneo, y bien que aprovecho el convite, le fue ganando en rondas sucesivas a Ebden, Gaston ( 2 buenos jugadores del montón) y ahora se pone buena la cosa, a Taylor Fritz ( campeon en Indian Wells ganandole la final a Rafa ), a Auger Alliasime la Semi ( top 9)y en la final al hasta ayer 2 del mundo y 1 a partir de hoy nuevamente, Daniil Medvedev, por un rotundo 6/4 6/1, como aquel programa de Jack Palance, increible pero cierto .A partir de hoy asciende 100 lugares en el ranking, 105 de la ATP .
Si ud me pregunta como puede suceder lo anteriormente relatado, mi respuesta es gestual, encogimiento de hombros, y verbal :no tengo la mas palida idea, pero sin dudas que esta es una de las cosas que hacen maravilloso al Tenis y que no pasan en otros Deportes mucho mas «logicos», el campeon de la NBA jamas perderia con Aguada, el Real Madrid le haria 5 a Nacional o Peñarol(para que no se enojen manyas y bolsos ), nunca sera campeon de F1 un Williams, etc, etc, etc.
La incertidumbre del resultado final le pone condimento a cualquier competencia deportiva y es una de las mejores cosas de nuestro querido Tenis .
