La comparecencia del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, frente a un grupo de embajadores para hacerles llegar sus dudas sobre la fiabilidad de las urnas electrónicas parece no haber tenido el éxito esperado, después de que el grupo de diplomáticos presentes en el acto hayan coincidido en señalar la falta de pruebas que avalan estas teorías conspirativas esparcidas desde el Palacio del Planalto. Entre los embajadores invitados, aparecieron los de Portugal, Luís Faro Ramos; Rusia, Alexei Labetski; Francia, Brigitte Collet; España, Fernando García Casas; Uruguay, Guillermo Valles Galmés; Italia, Francesco Azzarello; Marruecos, Mohamed Louafa; Palestina, Ibrahim Alzeben; y Colombia, Dario Montoya.
Los de Japón y Corea del Sur justificaron su ausencia alegando citas previas, mientras que las delegaciones de Argentina, China o Reino Unido quedaron fuera. A diferencia del encargado de negocios de Estados Unidos en Brasil, Douglas Koneff, o la representante del opositor venezolano Juan Guaidó, Maria Teresa Belandria, quienes sí participaron.
En una presentación marcada por los errores ortográficos y de traducción, Bolsonaro estuvo este lunes intentando hacer ver a los embajadores de una decena de países, de la treintena que se esperaba que asistieran, los riesgos a la democracia que se podrían presentar en las siguientes elecciones de octubre, en las que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva parte como favorito. Según los diplomáticos consultados por el diario ‘O Globo’, Bolsonaro no presentó prueba alguna con la que sustentar sus teorías y constantes ataques a las urnas electrónicas, a las que ha acusado de ser poco transparentes y vulnerables.
Algunos de estos embajadores han asegurado estar preocupados con la democracia en Brasil. Entre ellos uno ha señalado que confía en que las instituciones del país funcionen y puedan propiciar un entendimiento entre Bolsonaro y el Poder Judicial para que las elecciones transcurran con normalidad y no se cuestione el resultado. Otro de los embajadores con los que el citado medio ha podido hablar ha contado que además de no haber nada que avale las teorías sobre un posible ataque informático a las urnas electrónicas, el presidente Bolsonaro ha evidenciado que sus recurrentes cuitas con los jueces del Tribunal Supremo y del Tribunal Superior Electoral tiene un «fuerte carácter político».
Durante ese encuentro, Bolsonaro intentó «desacreditar» el sistema electoral brasileño y a los jueces del tribunal encargado de velar por el buen funcionamiento de estos comicios, según dijo uno de los diplomáticos presentes. Para otros, lo que más les llamó la atención fueron los ataques al expresidente Lula. También han revelado que Bolsonaro cuestionó la idea de aquellos que defienden el inmediato reconocimiento del resultado de las elecciones.
En total, acudieron a la reunión del Palacio del Planalto en Brasilia una decena de embajadores, así como entre 65 y 80 personas pertenecientes de los distintos cuerpos diplomáticos presentes en Brasil.
