De cada 1.000 personas, en el último año 165 redujeron la cantidad de alimentos que consumen

Fue presentado el "Primer informe nacional de prevalencia de inseguridad alimentaria en hogares 2022" elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La inseguridad alimentaria se asocia con diversos problemas de salud, especialmente en la infancia y la adolescencia. Las personas que viven en hogares con inseguridad alimentaria moderada o grave tienen mayor probabilidad de experimentar malnutrición, tanto por déficit como por exceso, así como enfermedades no transmisibles.
La prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave se estimó en un 15,0% de los hogares. Esto significa que, de cada 1000 hogares, 150 habían reducido la cantidad de alimentos que consumen por falta de dinero u otros recursos, alguna vez en los últimos 12 meses. La estimación de inseguridad alimentaria moderada o grave en personas correspondió a 16,5%. Esto implica que de cada 1.000 personas, 165 viven en hogares con inseguridad alimentaria moderada o grave.
Por su parte, la prevalencia de inseguridad alimentaria grave en los hogares se estimó en 2,6%. Este resultado indica que 26 de cada 1000 hogares se habían quedado sin alimentos por falta de dinero u otros recursos y que alguna persona del hogar no había comido en todo el día, al menos una vez en los últimos 12 meses. La estimación de inseguridad alimentaria grave en personas correspondió a 2,9%. Es decir, de cada 1000 personas, 29 viven en hogares con inseguridad alimentaria grave.
Los datos del Interior del país muestran que se registró una mayor prevalencia de inseguridad alimentaria en la región noreste (Artigas, Tacuarembó, Rivera, Cerro Largo y Treinta y Tres). Por el contrario, los niveles más bajos correspondieron a los departamentos del centro y sureste del país.
La inseguridad alimentaria se concentró principalmente en los hogares del primer quintil de ingreso, donde la inseguridad alimentaria moderada o grave alcanzó el 42,8% y la inseguridad alimentaria grave el 9,5%. Estos porcentajes disminuyen de forma marcada al aumentar los ingresos de los hogares. En los hogares del quintil 5 de ingresos, la prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave se estimó en 2,3% y la inseguridad alimentaria grave en 0,1%.
La inseguridad alimentaria fue mayor en aquellos hogares donde vivían menores de 6 años en comparación con aquellos hogares sin menores de 6 años, independientemente de la región del país que se considere. La prevalencia de inseguridad alimentaria moderada y grave alcanzó el 21,5% en los hogares con menores de 6 años, mientras que la inseguridad alimentaria grave alcanzó el 3,8%. Es decir, de cada 1000 hogares con niños menores de 6 años, 215 experimentaba inseguridad alimentaria moderada o grave, de los cuales 38 tenían inseguridad alimentaria grave.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Últimos artículos de Nacionales