Hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio, decía Mario Benedetti. Y realmente hoy sorprende el silencio de la coalición multicolor sobre el “caso Marset”. No hablan y, los pocos que dicen algo, dicen «no sabía», «no estábamos informados». Buscan permanentemente instalar otros temas para no hablar de su responsabilidad en ese caso. Ojalá esos temas se vincularan a lo que la gente siente y necesita, pero no estaría siendo este el caso
Un día si y otro también somos noticia: porque dimos un pasaporte a un conocido narcotraficante que nos dijo que estaba en un hotel de Dubai, cuando en realidad estaba alojado si, pero en una cárcel de la que salió gracias al pasaporte que le mandamos; porque un ex socio de Marset fue apresado con droga y al tercer día de estar preso “se suicidó”…..con una frazada; porque en Paraguay una avioneta aterrizó en el campo de un “productor y empresario uruguayo”, con un gran cargamento de droga.
Y en medio de este escándalo, el silencio es atronador. Parece que para el gobierno de Lacalle Pou, la gente no merece respuestas.
Es todo un novelón en el que se dan coincidencias como que el presidente y su (entonces) esposa viajaron a Dubai en fechas cercanas a la entrega del pasaporte al narco, que un ex socio se suicida, que aviones aterrizan en campos de uruguayos en Paraguay rentados al empresario Ignacio Heisecke. Empresario que hace negocios con Horacio Cartes (ex presidente de Paraguay acusado de lavado de dinero por EEUU), vinculado al futbol (Conmebol, la que designó al ex senador Bordaberry interventor de AUF), hermano de Sarah, exitosísima empresaria paraguaya.. casada con un uruguayo Martín Bordaberry…. Ahh y la abogada del ex socio de Marset que se suicidó con una frazada es una ex policía que fue abogada del Cartes que cayó hace años cuando le traia droga a Marset. Demasiados silencios del gobierno ante tantas casualidades.
La precuela de esta novela tuvo el capítulo de Cambio Nelson por el que fue procesado un dirigente colorado conocido por aportar grandes sumas de dinero a las campañas y el de Mayra Cirkunel (pareja de un ministro) vinculada al lavado de activos, también los contenedores de «soja» que o pasan por acá y los descubren en otro país, o aparecen en el puerto, donde por meses no funcionaron los escaners. Y hablando de descubrir, no podemos descubir a los aviones que vuelan bajo (los que traen drogas) porque los radares que tenemos no los captan dado que son para otro tipo de aviones. Y todo esto en un país en el que los partidos del gobierno tienen trancada una ley de financiamiento de partidos políticos que daría mucha transparecia, dejándonos a resguardo del financiamiento ilegal de las campañas electorales por parte de, entre otros, empresarios vinculados al narcotráfico.
Por eso la gente tiene más preguntas que respuestas y empiezan a encastrar las piezas del rompecabezas.
En fin, todo esto me recuerda al parlamento de una obra de teatro que vi hace años (basada en “Puertas adentro” de Florencio Sánchez) donde una empleada doméstica a raíz de una situación peculiar de sus patrones le decía a otra: “Y todo queda en familia!!!…. Qué asco!!”
El problema es que todo esto no es una película ni una obra de teatro que podemos dejar de ver. El narcotráfico y el aumento de violencia e inseguridad vinculada al narcotráfico es uno de los principales problemas percibidos por la población. La falta de trabajo, la carestía, los índices alarmantes de suicidio (reportados y no) que los vecinos y vecinas de todo el país saben que existen, porque lo viven en su día a dia, son las cosas que angustian a la mayoría de la población.
La gente tiene miedo y quiere soluciones. El gobierno no parece estar ocupado en dar respuestas a estos asuntos ni en aclarar la novela de Marset y amigos.
¿De que se está ocupando el gobierno?
