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El TLC con China mirado desde las empresas e industrias

La Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) ha trabajado arduamente desde que se anunció el acuerdo de pre factibilidad del Tratado de Libre Comercio (TLC) con China en un recorrido de todas las ramas industrias para saber a ciencia cierta cuál va ser el impacto en el país.

Presidente de la CIU

El presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Alfredo Antía, dijo a Diario La R, que luego de aprobado el estudio de factibilidad para el Tratado de Libre Comercio (TLC) con China el Uruguay asume “un desafío gigantesco”.

¿Que se hizo la CIU desde que se anunció ese acuerdo de pre factibilidad del TLC con China el 07 de setiembre de 2021?

Lo que hicimos fue un estudio de análisis de cuál sería el impacto (del mismo en Uruguay). Esto fue de mucha utilidad para nosotros y el Gobierno. Contratamos al ex embajador de Chile en Montevideo, Andrés Rebolledo, que fue quién en su momento negoció con China este mismo acuerdo para su país.

Entonces, hicimos un análisis gremial por gremial, sector por sector de actividad, comparamos el recorrido de Chile, incluso el de otros dos países latinoamericanos que firmaron acuerdos similares como Perú y Costa Rica. Vimos cómo estaban cada una de sus ramas industriales hasta la firma del convenio y que pasó en cinco, 10 o 15 años después en función de la evolución y la dinámica del acuerdo.

Para señalar en términos generales: En el caso de Chile en el año 2005, cuando firmó el acuerdo, exportaba a China cinco mil millones de dólares y en el 2021 importó 25 millones de dólares. Multiplicó por tres el número de empresas exportadoras, entre ellas pymes, y multiplicó por dos la variabilidad de productos a ofrecer. 

¿Qué fue lo que pasó? No solo bajaron aranceles que es un objetivo primario en un TLC, sino que además se introdujeron en el camino aspectos vinculados a trabas al comercio, y aspectos sanitarios.Todo ese sistema le permitió certificar la calidad de productos, encontraron clientes y crecieron.

Dichos escenarios de esos países: ¿cómo se trasladana Uruguay?

Recorrimos todas las ramas industriales. Todas las que se nutren de productos de la agropecuaria, como lo es el arroz, la producción de lácteos y todos sus productos, cuero, vid y bodegas y todo tipo de carne como por ejemplo la vacuna, ovina, aviar y caballar.

Todas esas tienen un gancho enorme porque es lo que, como primera cosa, les interesa a los chinos. Hoy es una producción que Uruguay exporta muchísimo a buenos precios a ese país. Con el TLC se podría incrementar muchísimo las cadenas de valor para entregar productos con mayor valor agregado aún del que hoy tienen.

¿Qué industrias podrían estar en riesgo?

Todo el resto de la industria podría estar en riesgo. China es el principal productor de bienes industriales del planeta. Es la segunda economía del mundo, pero pronto va ser la primera. Entonces, la pregunta es: ¿Podemos competir con ellos? 

Uno repasa las industrias y se imagina el sector de la vestimenta, que fue castigado fuertemente por la pandemia y es muy poco lo que queda en el Uruguay. Tenemos algunas industrias para ver de qué modo conviven con los productos chinos, como son las de plásticos, autopartes, automotrices, acero, siderúrgicos y gráficos (que vienen a ser las más frágiles). 

Acá nosotros planteamos lo que se suele hacer en estos TLC que son las desgravaciones para el ingreso de esos productos al país tienen que ser progresivas y en algunos casos Uruguay debe plantear directamente exclusiones de sectores de actividad porque se comprometen la industria nacional, empresas y empleos de los trabajadores.

¿Qué hay que hacer para que esas empresas puedan coexistir con este TLC?

Ahí lo que hay que hacer es buscar qué oportunidades hay. También para muchas de esas industrias, con el recorrido de estos países que han firmado acuerdo con China, se han encontrado posibilidades de hacer acuerdos, puntos de encuentro de cooperación y cadenas de valor. En algunos casos, de productos tipo gourmet, es decir, productos que por la escala de producción y por la calidad Uruguay puede enviar a China.

Hay que tratar de encontrar puntos de nicho y en los productos donde vamos a tener más dificultades ver en qué medidas podemos hacer conversiones para que el Estado tenga políticas públicas de respaldo para esas empresas y trabajadores.

¿Cuál es el interés real de los chinos?

A los chinos les interesa todo. Si ellos están tan interesados en poner un pie en Uruguay y esta parte del mundo, quizás acepten algunos renunciamientos que para el país sean importantes. Esos le permitirán a la industria convivir con aquellos sectores más débiles de nuestro lado y la potencialidad de los sectores que producen alimentos, que es lo que China viene a buscar que se podrían multiplicar y muchísimo.

¿Cuál es la potencialidad de un TLC?

Uno piensa en el presente pero también en la potencialidad al futuro. Uruguay tiene 170.000 kilómetros cuadrados de superficie, de los que 120.000 o más son fértiles. China tiene 1300 millones de personas aproximadamente con apenas 1.000 de tierra fértil y con dificultades de agua. Nosotros tenemos esa extensión con buena agua de superficie, de agua y subterránea.

Entonces, ellos miran al Uruguay desde un punto de vista estratégico y como una puerta de entrada al Mercado Común del Sur (Mercosur). Porqué no pensar en grande y que Uruguay pueda ser como Holanda lo es en Europa que tiene la salida de la producción europea. Acá seríamos la salida de producción del Mercosur. Todo eso está sobre la mesa y le permite al Uruguay buscar los mecanismos para negociar de la mejor forma posible.

¿Por qué pensas que el mismo tiene que ser una política de Estado? ¿Es la manera de que este perdura en el tiempo sin importar los colores de los Gobiernos?

Tiene que ser una política de Estado para que traspase los años de cada Gobierno. Estas son cosas para largo plazo. No se trata de bajar aranceles que es importante. Incluso el pasado viernes leía unas declaraciones del Presidente del Pit-Cnt, Marcelo Abdala, que no comparto para nada porque dice que los aranceles son con los precios altos. Mañana los precios bajan y si nosotros no tenemos el arancel cero no entramos con los productos que hoy exportamos. 

Esto va mucho más allá del tema arancelario, va al tema del competir en calidades, certificar la calidad de los productos, validar esa certificación con organismo que Uruguay va tener que fomentar desde el sector público y privado para que lo que aquí se haga se certifique y sea indiscutible.

LA CLAVE:

“Hay que hacer toda una inversión hacia el futuro no solo en política pública en la calidad, sino también en lo comercial. Va a ver que salir a recorrer el mundo y vender la marca país. Uruguay debe embarcarse en cosas que lo hagan más competitivo”

Alfredo Antía – Presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU)

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