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La fiebre por los cromos del Mundial obliga al Gobierno argentino a intervenir

Los quioscos se enfrentan a Panini por la falta de cromos para el Mundial y en el mercado negro la imagen de Messi se vende por el salario mínimo del país.

Antonela Roccuzzo compartió hace unas horas la alegría de su hijo Mateo al conseguir uno de los cromos más deseados: el de su padre, Leo Messi. El pequeño posaba exultante mientras sostenía cuidadosamente este preciado tesoro, y es que la pasión en Argentina por las figuritas ha llegado a tal punto que el Gobierno se ha visto obligado a mediar entre los quioscos y la empresa Panini. El álbum del Mundial de Qatar 2022 se ha convertido en cosa seria, la demanda ha superado todas las previsiones y los precios se han disparado en el mercado negro. Un cromo extra de Messi se vende por más de 315 euros, con los que se podrían adquirir más de 300 sobres, pero la peor parte se la han llevado los quiosqueros, que se han lanzado contra Panini porque supuestamente la empresa ha beneficiado a otros puntos de venta como supermercados, gasolineras o incluso aplicaciones en Internet.

Juan Vargas, dueño de un comercio en el centro de Buenos Aires, vendió las cajas que le suministraron en tan solo un día y ha tenido que ver la ira de los clientes por no tener sobres del Mundial. Asegura que varios individuos trataron de destrozarle la marquesina, una violencia que también han sufrido otros puntos de venta del país. Además, en muchos de ellos se pueden ver pancartas contra Panini por no haber dado “prioridad” a los vendedores más tradicionales, les acusan de deslealtad y de venderse a los supermercados y petroleras.

¿Pero por qué se está dando esta fiebre por los cromos del Mundial o figuritas? Una teoría es clara: será presumiblemente la última Copa del Mundo de Lionel Messi. Además, Argentina parte como una de las grandes favoritas tras vencer en la Copa América frente a Brasil en 2021 y los argentinos sueñan con que los de Scaloni puedan repetir las hazañas logradas en 1978 y 1986.

Por otro lado encontramos teorías que rozan la conspiración, tanto por la supuesta estrategia de la compañía de fomentar las ventas compulsivas según se acerque la fecha del Mundial como por el cierre de las importaciones, la falta de papel o la venta de figuritas a Brasil.

El Gobierno trata de mediar

Desde la Secretaría de Comercio han mostrado en Twitter el intento del Gobierno por mediar en esta complicada situación. En una gigantesca mesa se reunieron de una parte la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) y de otra la delegación argentina de Panini. Hasta cuatro funcionarios estuvieron presentes y desde la institución han puesto a disposición de ambas partes sus equipos legales y técnicos “para colaborar en la búsqueda de posibles soluciones”. Esto ha provocado alguna que otra polémica, pues muchos ciudadanos consideran que existen otras prioridades que tratar con urgencia, como la inflación que sufre el país.

Mientras las reuniones siguen, las colas en los quioscos cada vez son más largas y personas de todas las edades piden número con el difícil objetivo de hacerse con el cromo extra de Messi, una extraña figurita que puede hacer ganar a su poseedor un buen pellizco. Su precio ha alcanzado los 45.000 pesos, precisamente el salario mínimo que tenía el país en el mes de agosto.

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