La Justicia de Argentina ordena el registro del avión venezolano-iraní retenido en Ezeiza

Se conocieron más detalles de la operativa antes de volver a Buenos Aires.

La Justicia de Argentina ha ordenado el registro del avión venezolano-iraní retenido en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza desde hace ya más de una semana y a cuya tripulación se le ha impedido salir del país.

Fuentes judiciales consultadas por la agencia argentina de noticias Télam han informado de que el juez encargado del caso, Federico Villena, ha solicitado la custodia del avión en cuestión tras pedir en un primer momento ser notificado de cualquier movimiento de este. El magistrado trabaja en colaboración con la fiscal Cecilia Incardona en una batería de medidas de prueba entre las que se incluye esta que adelanta la citada agencia argentina. El caso de la aeronave sigue aún bajo secreto de sumario. Las autoridades argentinas investigan si alguno de los 19 tripulantes que llegaron al país a borde de un avión de la venezolana Emtrasur tiene algún vínculo con el terrorismo internacional, y en concreto con la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán.

Villena ya dispuso el martes el registro del hotel donde se alojan los miembros de la tripulación, confiscando además toda la documentación vinculada al avión, así como las pertenencias y pasaportes de los tripulantes. Además, ordenó la prohibición de salida del país a los tripulantes sin especificar un plazo máximo.

«Cuestión humanitaria»

La presidenta de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), Gabriela Logatto, explicó por primera vez que la entidad decidió aprobar el segundo aterrizaje del avión de la empresa venezolana Emtrasur el último viernes 10 “por una cuestión humanitaria”, al constatar que la aeronave, que en un principio se dirigía a Montevideo, llevaba 1:40 hora sobre el aire encima del Río de la Plata y comenzaba a perder autonomía de vuelo.

“Nosotros brindamos el servicio porque la aeronave estuvo orbitando sobre el Río de la Plata diciendo que tenía autorización expresa para operar en el aeropuerto de Montevideo, orbitó 1.40 hora de un vuelo de 30 minutos. Una hora y cuarenta sobre el Río de la Plata. Posterior a eso, su autonomía no le permitía seguir orbitando y decide volver al aeropuerto del cual había despegado que era Ezeiza y nosotros lo que hacemos es guiarlo hasta el aterrizaje. Estuvo una hora cuarenta en nuestro espacio aéreo esperando autorización para proceder a Montevideo y la autoridad uruguaya, en ese momento en que estaba en el aire, nos comunica a nosotros, como proveedores del servicio y que teníamos la operación crítica en el momento, que no puede proceder al espacio aéreo uruguayo. Orbita y el piloto es quien define en definitiva a qué aeropuerto va a dirigirse. Dice: ‘Voy a Ezeiza, que era el aeropuerto de donde había despegado’. “, desarrolló la titular de EANA en una entrevista con IP Noticias.

Y reafirmó: “Por una cuestión humanitaria, un vuelo que no tiene la autonomía… o sea, si se te declara en emergencia, lo tenés que hacer aterrizar. O sea, ese vuelo había esperado una hora y cuarenta”.

«No es común (el rechazo de la seguridad aeroportuaria de Uruguay) definitivamente porque es una alerta que se dispara antes para que la aeronave no tenga esta contingencia en un vuelo. Un avión en vuelo es algo bien crítico. Aparte, tenemos que tener el contexto de que no está sólo esa aeronave en el cielo argentino y sobre todo en lo que es el área Terminal Buenos Aires. Hay muchas aeronaves volando que hay que separarlas”, destacó la presidenta de EANA, quien además reforzó la idea de la importancia y delicadeza de trabajar con un avión que se encuentra en el aire.

El ministro argentino de Seguridad, Aníbal Fernández, ya adelantó el lunes que uno de los tripulantes de la aeronave, Gholamreza Ghasemi, «familiar del ministro del Interior de Irán», pertenece a la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán.

La aeronave, con matrícula venezolana, se encuentra incautada por las autoridades de aviación civil en el aeródromo de Ezeiza, donde aterrizó tras hacer una parada el 6 de junio debido a las malas condiciones meteorológicas, con catorce tripulantes venezolanos y cinco iraníes. La empresa venezolana Emtrasur, con sede en Caracas, registró el avión como parte de su flota el 23 de enero pasado, pero anteriormente, y durante quince años, el Boeing 747 operó para la compañía iraní Mahan Air, que ya en anteriores ocasiones se ha desmarcado de estas informaciones.

El Gobierno de Estados Unidos ha recalcado en numerosas ocasiones que la aerolínea iraní Mahan Air busca desestabilizar y servir a los intereses de Siria y Venezuela. Asimismo, también ha vinculado dicha aerolínea a las Fuerzas Quds.

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