Muere Vangelis, el griego que le puso música a «Carros de Fuego», «Blade Runner» y «Alejandro Magno»

Un pionero en el uso de instrumentos electrónicos al servicio del cine.

El compositor y músico griego Vangelis, Evángelos Odysséas Papathanassíou, creador de bandas sonoras de películas como ‘Carros de fuego’ y ‘Blade runner’, falleció ayer a los 79 años de edad en Francia. 

Vangelis creó más de cien obras durante los 50 años de su carrera como compositor, entre ellas, destacó con la conocida pieza de ‘Carros de Fuego’ con la que recibió el Oscar a la Mejor Banda Sonora en el año 1981. Otra de las composiciones con la que alcanzó el éxito fue con ‘Blade Runner’ en 1982, y acompañando a otras grandes producciones como ‘Alejandro magno’.

Se le ha reconocido como un virtuoso del teclado y precursor de la música electrónica por todo lo que ha aportado en esta disciplina. Destaca por la introducción de sintetizadores en la música de una manera sensorial y por su especialidad para crear música que acompañase películas. A pesar de ello, sus inicios se enmarcan en la creación de clásicos del rock en 1960.

Nació con el helénico y alambicado nombre de Evángelos Papathannasíou, y sus inicios musicales fueron igualmente complejos: a finales de los 60, con apenas 25 años cumplidos, lideró el grupo de rock progresivo Aphrodite’s Child -en el que cantaba su primo Demis Roussos-, y a partir de 1970 inició también su carrera en solitario. Cuando Vangelis empezó a crear sus primeras partituras flotantes no existía aún la etiqueta de música new age, y aunque ése no siempre fue el marco exacto para su trabajo -en su catálogo de álbumes hay también obras electroacústicas como Hypothesis o Earth-, fue al fin y al cabo el que le terminó devorando cuando se erigió en uno de los gigantes de la música de sintetizador de los 70, tótem fundamental de una generación completada por Jean-Michel Jarre y Klaus Schulze, también fallecido hace apenas un mes.

En los 70 y los 80, Vangelis alternó las bandas sonoras -inicialmente para telefilmes o películas europeas del circuito experimental, como La fête sauvage, L’apocalypse des animaux o Antarctica- con álbumes de estudio planteados como poemas sinfónicos con textura electrónica, como el solemne Heaven & Hell, en el que firmó su primera colaboración con Jon Anderson, el cantante de la banda Yes, o Albedo 0.39. La serie documental Cosmos, presentada por Carl Sagan, utilizó fragmentos de estos dos discos en su banda sonora. Los episodios de Cosmos fueron una de las principales vías de acceso de la música de Vangelis al público masivo; las otras dos fueron Carros de fuego (1981) -Vangelis le birló el Oscar a John Williams, que aquel año competía con En busca del arca perdida- y Blade Runner (1982), aunque la edición definitiva y autorizada de este álbum no se publicó hasta 1994. 

Por ejemplo, trabajó de nuevo con Ridley Scott -1492: la conquista del paraíso-, firmó su último score importante para Oliver Stone -Alexander (2004)- y profundizó en su ambición de aunar sinfonismo romántico con un lenguaje pop en discos como Oceanic o El Greco, donde invitó a cantar a Montserrat Caballé. Su carrera fue extensa, desigual y grandilocuente, pero con momentos suficientes como para calar en el imaginario colectivo. Conquistó, pues, su propio paraíso.

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