Tras un fin de semana marcado por la violencia, el departamento de Rivera volvió a ser testigo de hechos hostiles en la frontera luego de que este martes se reportara un ataque con armas de fuego contra tres viviendas ubicadas en la capital y sus adyacencias.
Durante el fin de semana dos personas murieron y otras dos resultaron heridas tras ser víctimas de disparos. Ahora, el accionar bélico que las autoridades atribuyen a organizaciones criminales narcotraficantes se dirigió contra inmuebles.
De los tres ataques, uno ocurrió en la ciudad de Rivera y los otros dos en Santana do Livramento, a pocos metros de la frontera con Uruguay. El modus operandi en todos los casos fue el mismo: delincuentes se desplazaban en moto y uno de ellos disparó en múltiple ocasiones contra viviendas.
De acuerdo con el medio local Sentinela, la casa uruguaya estaba ubicada en el barrio Sacrificio de Sonia y pertenece a una pareja de ancianos. No hubo heridos.
Minutos después del ataque en territorio nacional ocurrieron los otros dos incidentes del otro lado del mojón divisorio. Una de las viviendas se ubica en el barrio Morada de Fátima y recibió 15 disparos. Aunque estaba habitada la morada en el momento, no se reportaron personas heridas.
El otro ataque ocurrió en el centro de la ciudad brasileña. En la avenida Pinheiro Machado. En este caso tampoco se registraron lesionados.
Refuerzo policial
Ante la creciente ola de violencia en la línea divisoria entre Brasil y Uruguay, el ministerio del Interior uruguayo apuesta por reforzar la presencia policial en la zona en aras de paliar estos hechos.
De acuerdo Telemundo, tras una reunión entre el ministro Luis Heber con sus asesores, director nacional de Policía y directores de la Guardia Republicana, Aviación Policial y el jefe de la Policía de Rivera se resolvió que este mismo miércoles partiera una dotación de 72 policías de la Guardia Republicana hasta el departamento limítrofe.
Asimismo, se dispuso que un helicóptero de la Dirección de Aviación Policial apoye los trabajos en la zona. También apostaron por aumentar la coordinación con la policía brasileña.
